Eran las diecisiete y cuarenta y dos de un día histórico. "Lula
guerrero, del pueblo brasileño" fue una de las consignas más repetidas
por los militantes conmovidos de quienes el líder recibía abrazos,
palmadas y palabras de aliento. Vistiendo saco y remera negros saludaba a
sus compañeros con el gesto concentrado, probablemente escogiendo las
palabras de su primera alocución en la que le apuntó a dos blancos
preferenciales: Jair Bolsonaro y Sergio Moro. A ellos se refirió en el
discurso pronunciado a unos cuantos metros del reclusorio policial y
luego volvió a citarlos, durante un mensaje que envió desde el vehículo a
bordo del cual dejó el evento acompañado por su novia Rosángela, con la
que prometió casarse. En el palco lo acompañaron la titular del Partido de los Trabajadores
(PT), Gleisi Hoffmann y el ex candidato Fernando Haddad, su bendecido en
las elecciones anómalas de octubre del año pasado, de las que fue
proscripto.
"Salgo con mucha voluntad de volver a luchar".
"Vi
en la televisión los datos del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y
Estadísticas), después de que fui preso Brasil empeoró, el pueblo no
tiene más trabajo, el pueblo trabaja en Uber, el pueblo trabaja en
bicicleta para entregar pizza, y me enteré de que no va a haber aumento
del salario mínimo por dos años, yo no tengo rabia de nadie, tengo la
voluntad de probar que este país puede ser mucho mejor cuando tenga un
gobierno que no mienta tanto como miente Bolsonaro por Twitter".
El
diario Folha de San Pablo documentó que el mandatario miente o falsea
datos una vez cada cuatro días desde que asumió en enero pasado. La
última vez fue esta semana cuando anunció que tres multinacionales
dejarían Argentina para instalarse en Brasil.
"Yo ya probé que es
posible construir un país mejor, con más salario, con más calidad de
enseñanza, yo tengo la convicción de que el pueblo pobre es la fuente
para recuperar al país cuando se lo incluye en el presupuesto".
Citó
al juez de Lava Jato, Sergio Moro, y el jefe de los fiscales de ese
proceso, Deltan Dallagnol, incluyéndolos en "el lado podrido de la
justicia, el lado podrido del ministerio público" conjurados para
"criminalizar a la izquierda, al PT y a Lula".