El gran derrotado de la elección es el centrista Ciudadanos, que se
hunde y pierde el 80% de su representación, mientras el PSOE necesitaría
acceder a una coalición con un Podemos y los partidos independentistas
-opción que resiste- o buscar el apoyo de PP y Cs, una opción difícil ya
que este domingo el secretario General del PP, Teodoro García Egea,
advirtió que si el PSOE perdía votos respecto a las elecciones de abril,
Sánchez debería dimitir.
De manera que Sánchez queda rehén de un
pacto con Podemos, que continúa poniendo la fórmula de coalición como
condición para darle el Gobierno, con el apoyo necesario de los
independentistas catalanes de ERC.