Algunas aclaraciones porque Río Negro desde Bariloche sumó la mayor cantidad de casos positivos:
Cuando
se declaró el Aislamiento Social y Obligatorio y la prohibición de
circular a Bariloche siguieron ingresando colectivos todos los días de
provincias que ya tenían infectados, se los dejaba en la terminal de
ómnibus a mitad de la noche, no se los controlaba a nadie. Ingresar a la
ciudad era medianamente fácil y jamás se todo la temperatura en ningún
acceso ni se desinfectaron los vehículos. En los vuelos de repatriación
los pasajeros se iban a sus casas y algunos cumplían por mera voluntad,
porque no hubo control alguno. La efectiva de la PSA que fue la primera
contagiada recurrió a la consulta y la obligaron a volver trabajar, no
se respetó las medidas de prevención de COVID 19 . Hubo controles en
las calles de la ciudad pero a los clandestinos de venta de bebidas
alcohólicas ningún control desde el Ejecutivo Municipal. Por si fuera
poco, el Intendente Gennuso autorizó una reunión evangélica, que a los
días dio casos positivos. Igual más allá de la incapacidad de algún
Intendente, la responsabilidad recae directamente sobre la Gobernadora
de Río Negro y su equipo. Las medidas tomadas se nota que se toman a
destiempo, la orden de mando son tan engorrosas que cada uno interpreta
lo que es lo correcto, y se aplican de forma inadecuadas.
El Ministro
de Seguridad y Justicia Gastón Pérez Estevan está ausente, sin hablar
ni decirle a los rionegrinos de los casos que afectaron a la policía de
Río Negro, o si hubo investigación o sanciones. Un efectivo de la
policía que cumple funciones en El Bolsón viajó a Bariloche, se infectó y
fue a trabajar a la comisaría, provocando el aislamiento de sus
compañeros y consultado dijo: “Lo siento, me pasó”.
La presión que
ejercen los empresarios hacen que el gobierno trabaje en función de
intereses económicos antes que la salud pública, son muy buenos gestores
para este sector privado pero pésimos para los Intendentes, como por
ejemplo el caso del Intendente Bruno Pogliano de El Bolsón, siendo de
su propio partido político, que buscaba una gestión ante el gobierno
nacional para plantear la excepción de su localidad por pertenecer al
departamento de Bariloche y que vive una realidad totalmente diferente a
la de San Carlos de Bariloche, que tiene en sus registro 150 casos
positivos. Por supuesto que no logró la gestión, que debe garantizar el
Ministro de Gobierno de la Provincia Rodrigo Buteler, quien parece no
estar a la altura de sus obligaciones. Pareciendo un mero gestor
empresarial y no un funcionario. Río Negro sigue siendo una bomba de
tiempo. Ya que las capacitaciones en protocolo de seguridad sanitaria
no se ha realizado, carece de políticas de seguimiento de las medidas a
seguir en cuanto las actividades esenciales y las comerciales, y no hay
conciencia de la enfermedad de parte del Gobierno.