Aludió a la oposición al sostener que “para poner de pie” al país ello
es necesario “terminar con los odiadores seriales”. “Otra Argentina
empieza hoy”, subrayó.
“Vine acá para terminar con los odiadores
seriales y para que todos nos unamos. No vengo a instalar un discurso
único. Sé que hay diversidad, la celebro y propicio”, y eso es algo que
“no me afecta. Pero lo que necesito es que esa diversidad ideológica se
llevada adelante con responsabilidad sin mentir, diciendo la verdad y
respetándonos”. Además, subrayó que la Argentina del futuro "no se
construye en el despacho del presidente sino con todos los que están
acá”, entendiendo que “el odio y la división nos dejó en el lugar donde
nos quedamos”. “Me duele el odio, nos paraliza”, criticó y subrayó que
“entre todos vamos a poner de pie al país”.
El Presidente destacó la
presencia por videoconferencia de los 24 gobernadores, incluyendo la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y recordó su promesa de campaña de
gobernar con cada uno de los mandatarios provinciales. “Detrás de mí
está cada uno de los gobernadores de nuestra patria y yo prometí que mi
Gobierno iba a ser de un presidente y 24 gobernadores”, dijo y los
nombró uno por uno con el objetivo de “rendirles mi gratitud y
comprometerlos”.
Tuvo menciones especiales para algunos. Llamó
“amigo” a Horacio Rodríguez Larreta, Juan Manzur y Juan Schiaretti; dijo
“mi querido Axel Kicillof” y se refirió a Alicia Kirchner como “mi
siempre querida amiga”. “Están unidos y trabajando para enfrentar lo que
nos toca vivir”, dijo en alusión a la pandemia.
El acto a distancia
El
jefe de Estado encabezó el acto desde la Quinta de Olivos, en una
conexión por videoconferencia con Tucumán debido a la pandemia de
coronavirus. Se comunicó con el gobernador Juan Manzur, quien estuvo en
la Casa Histórica donde el 9 de julio de 1816 se firmó el acta de la
independencia de la monarquía española.
El momento más emotivo fue
cuando un grupo de niños y niñas de distintas provincias leyeron el
texto del Acta de Declaración de la Independencia.
Previo a ello,
Juan Manzur dirigió unas palabras al Jefe de Estado. Le recordó que
recibió “un país en terapia intensiva al que agarró una pandemia”,
expresó la “confianza de los gobernadores en nuestro Presidente” y le
prometió: “Usted va a cumplir su sueño, poner de pie a la Argentina”.
Durante
el acto en Olivos estuvieron funcionarios y representantes de varios
sectores, entre ellos los titulares de la Unión Industrial Argentina
(UIA), la Cámara Argentina de Comercio (CAC), la Cámara de la
Construcción (Camarco) y la Sociedad Rural. También la Asociación de
Bancos Argentinos (ABA) y la Bolsa de Comercio. De la misma manera lo
hicieron el titular de la CGT, Héctor Daer, y otros dirigentes de la
central obrera.
"Fue el coraje, no la angustia"
Un momento
particular del discurso presidencial fue cuando Fernández destacó “la
valentía y el patriotismo” de los próceres de la independencia. En ese
momento aludió al discurso de Mauricio Macri, cuando en el acto del
bicentenario de la independencia y frente al rey emérito Juan Carlos
dijo que los patriotas "claramente deberían haber tenido angustia,
querido Rey, de tomar la decisión de separarse de España".
Alberto
destacó que “en tiempos difíciles debemos ser como esos hombres” y que
“debe ser el coraje lo que nos llena el alma, no la angustia. Si
hubieran estado angustiados, hubiesen quedado paralizados frente a la
vuelta del imperio. Pero tuvieron coraje, fueron valientes, estaban
convencidos”.
Por otra parte, el primer mandatario recordó también a
la cantante tucumana Mercedes Sosa, quien hoy hubiera cumplido 85 años.
Recordó que la artista "sufrió las desventuras de la Argentina" y hasta
estuvo exiliada, y anunció que “a partir del día de hoy Radio Nacional
volverá a llamarse Radio Mercedes Sosa, como siempre debió ser y había
dejado de ser" durante el gobierno anterior.
"La solidaridad, como un valor supremo"
Durante
su discurso, Alberto Fernández se refirió varias veces a la pandemia
“que hizo crujir los cimientos de la economía mundial” y que “se llevó
cientos de miles de vida”. “Este es el momento en que la pandemia
arrecia y tomó como foco a América Latina. Tenemos que pasar este
momento siendo solidarios y empezando a reconstruir la Argentina de
mañana”, puntualizó.
“Este no era el tiempo que hubiéramos querido
que nos toque” gobernar, cuando asumió el 10 de diciembre del año
pasado, dijo. “Hubiéramos querido empezar y hacer frente a las
necesidades” producto del gobierno de Mauricio Macri. “Pero sin embargo
nos tocó este revuelo universal”, reconoció.
A pesar de esto, evaluó
que a siete meses de haber asumido “hay algo que rescatar: estuvimos
todos asediados por un virus que pone en jaque al gobierno y todos
estuvimos de acuerdo en que había que preservar la vida y la salud de la
gente, antes que nada”.
“No había un dilema ni una disyuntiva, lo
que teníamos que hacer era preservar la vida y la salud, y en eso
estuvimos todos de acuerdo”, rescató. Consideró que para ello fue
necesario retomar la ética de la solidaridad “como un valor supremo”.
Reconoció
que la pandemia se agravó en el AMBA y Chacho, y expresó su deseo de
que la etapa de endurecimiento de la cuarentena “que termina el 17 de
julio, pase y todo empiece a tornar hacia la calma”. Garantizó que, en
el mientras tanto, “estamos trabajando con todos los que están aquí en
el futuro” que quedará una vez superada la pandemia, y aseguró que en
ese tiempo “los que trabajan tendrán un rol central”.