Cuando se implementa el aislamiento social, "el virus avanza más
lentamente. Deseábamos que el endurecimiento de la cuarentena hubiese
impactado en detener más el crecimiento de la curva, pero no ha sido
así", añadió.
"En el AMBA está complicado" que los distritos que hoy
están atravesando la fase 3 del aislamiento obligatorio retomen el ciclo
lectivo presencial, añadió el ministro. Sin embargo, en el resto del
territorio bonaerense hay distritos que "están elaborando los
protocolos" para que, "con pocos chicos y no todos los días", vuelvan
las actividades a las aulas de los establecimientos.
En cambio, en el
Gran Buenos Aires "se va a tener que esperar mucho más", ahondó Gollan.
El temor, detalló el ministro, es que en el distrito "pase lo que le
pasó a Israel, donde bajaron los casos, liberaron las aulas
universitarias, secundarias y primarias, la situación eclosionó y el
segundo pico fue superior que el primero".
Por eso, "la vuelta masiva
de cientos de miles de estudiantes es un tema que hay que analizarlo
con mucho cuidado". "El virus va a intentar reproducirse siempre; lo
único que uno puede hacer si no se tiene una vacuna, es cortar la
progresión en los contactos para mitigar el nivel de contagios y que no
sucedan todos juntos", dijo el ministro en entrevista con el diario
platense El Día.
Gollan aseguró que el principal objetivo en la
provincia "es no saturar el sistema sanitario y frenar la cantidad de
contagios". Por eso, para implementar medidas las autoridades evalúan
dos variables: "el porcentaje de gente que termina ocupando una terapia
de los que se enferman y el número absoluto de camas que se van ocupando
por día".
"Si vemos que se empieza a acelerar en forma preocupante
la ocupación de camas de terapia, va a ser indicador para que tomemos
una medida, pero no podemos esperar a que eso llegue al 90 por ciento,
porque después hay un efecto inercial que dura un mes. Hay que cortar
cuando se vea que estamos en un tope que estamos definiendo y que
seguramente no va a ser superior al 75 por ciento", consignó el ministro
bonaerense. "Al día de hoy tenemos una semana para seguir de cerca esta
evolución y cortar porque todavía estamos lejos del 75 por ciento de
las camas ocupadas", subrayó.