“Evidentemente, algo ahí se ha manipulado” porque “no hubo cortes de
luz”, indicó el funcionario. El fiscal del caso no descartó que se
tratara de “un atentado”. De esta manera, el gobierno provincial
ratificó su interés por develar cuáles fueron las razones por las que
debieron descartarse esas dosis que estaban guardadas en el Hospital
Oncológico de Olavarría para ser inyectada en el personal sanitario de
ese distrito, gobernado por el intendente del PRO, Ezequiel Galli.
Para
esto, Riera viajó esta mañana hasta esa localidad con información de
que se detectaron “muchas irregularidades” en el manejo de las vacunas
rusas, cuestionadas por un sector de la oposición de Juntos por el
Cambio. Hasta el momento, la información indica que lo que ocurrió “no
termina de cerrar para (que el hecho haya sido) un accidente”, dijo el
funcionario. Las vacunas estaban guardadas en freezer conectados a
grupos electrógenos que arrancan automáticamente cuando no hay energía
eléctrica del tendido público, y cada uno de esos aparatos de
enfriamiento tienen una cámara de seguridad que controlan los relojes de
temperaturas. Sin embargo, los registros indican que “en un momento de
la madrugada (del lunes) se corta la cámara que está enfocando el
termómetro y se pierde la temperatura azul (que marca el frío).
Evidentemente algo ahí se ha manipulado”, afirmó el director de
hospitales durante una entrevista por Radio 10.
De hecho, “a primera
hora del lunes se constata una temperatura elevada” en los freezer, como
si no estuviesen funcionando, dijo Riera. Lo notable, añadió, es que
“no hubo cortes de luz”. Por eso, hasta el momento todo indica que
habrían ocurrido hechos “de gran gravedad”.
Lo que “ahora estamos
haciendo es ver las cámaras de seguridad de los pasillos” del hospital, a
fin de controlar la actividad y ver quiénes ingresaron a la zona donde
estaban las vacunas, agregó Riera. “Queremos saber qué sucedió y que se
establezcan las responsabilidades del caso”, sentenció.
El caso es
investigado a través de una investigación sumarial pedida por la
Provincia, que originó además una denuncia penal. Al respecto, el fiscal
general de Azul, Marcelo Sobrino, no descartó que el motivo por el que
se perdieron 400 dosis de Sputnik V podría tratarse "de un atentado".
La
denuncia fue radicada por la directora del Hospital Oncológico en la
Fiscalía N° 10 de Olavarría. Según el fiscal, en ese centro de salud
había unas 450 dosis -90 ampollas, cada una de las cuales contiene 5
dosis- que debían permanecer "a una temperatura de entre -18 y -40
grados".
"Ayer a la mañana, se encontraron con que la graduación del
freezer estaba en 26 grados, con lo cual había que descartar 400 dosis
porque perdieron la cadena de frío", precisó.