Además apuntó que "durante la pandemia me acusaron de ser más duro,
pero yo prefiero que me tomen por antipático que por irresponsable
porque es una enfermedad muy complicada", dijo apuntando al contraste
que hay con la ciudad de Buenos Aires, donde las medidas fueron más
livianas a pesar del alto índice de contagios. "Hay un gataflorismo
intelectual bastante penoso. Uno puede decir que están en campaña y se
oponen a todo. Hay una militancia mediática y política contra la vacuna,
pero deberían reflexionar", aseguró Kicillof en relación con los
posicionamientos políticos de una parte de la oposición que criticó
fuertemente las vacunas por su procedencia rusa. "Como en Europa y
Estados Unidos la segunda ola llegó con la vuelta del frío acá se
esperaba que llegue después el crecimiento fuerte de contagios. Pero
empezaron a crecer los casos y esta segunda ola llegó a la Argentina
hace un mes", señaló Kicillof ante la necesidad de abordar la situación
con urgencia.
El gobernador mantiene una reunión en Mar Chiquita con
los intendentes de la provincia para evaluar la situación epidemiológica
en los distintos distritos. En la semana ya se anunciaron algunas de
las nuevas medidas que se impondrán para atenuar el avance del virus en
la población. A tono con el decreto nacional, Kicillof impuso el
restricciones nocturnas como el cierre de 1 a 6 para evitar las fiestas
clandestinas y las reuniones de más de diez personas. Además se
anunciaron fuertes multas para quienes no lleven el tapabocas
obligatorio y para quienes organicen participen o sean dueños de
inmuebles donde se realicen fiestas clandestinas.