El presidente Alberto Fernández decretó en agosto del año pasado,
mediante el DNU 690/20, que el acceso a las tecnologías de la
información y las comunicaciones (TICs) es un derecho humano básico y
por lo tanto la telefonía celular, la fija, internet y la TV por pago
son servicios públicos esenciales en competencia. Era algo muy esperado y
lógico. Si para estudiar, enseñar, trabajar, acceder a la cultura y al
conocimiento, para emitir una receta o para llenar la planilla del IFE
se necesitaba conectividad, el Estado debía garantizar el acceso
equitativo e igualitario, atendiendo a los más vulnerables.
El DNU
refrendado por el Senado de la Nación se convirtió en ley y a partir de
ese momento los precios dejaron de ser de libre mercado. Por lo tanto,
cualquier incremento debía ser autorizado por el Enacom. También se
estableció una Prestación Básica Universal (PBU) para aquellas personas
cuyos ingresos fueran iguales o inferiores a dos salarios mínimos
vitales y móviles, con el objetivo de que nadie quede afuera de la
conectividad por cuestiones económicas. Por ello se crearon planes
especiales, a bajo costo, garantizando el acceso para todos (una línea
de celular a $150 mensuales, por ejemplo).
En diciembre pasado, a
través de las Resoluciones 1466 y 1467, el Enacom puso en marcha la PBU y
autorizó sólo el 5% de aumento para el mes de enero en los servicios
TICs. Algunas empresas, aduciendo que la resolución era del 18 de
diciembre y ya habían emitido las facturas, cobraron con un aumento
superior y no autorizado, aclarando algunas a sus clientes que iban a
devolver los importes correspondientes.
Frente a estos hechos, desde
el Ente emitimos un comunicado a la ciudadanía y advertimos a las
empresas que todos aquellos que habían cobrado algún servicio con un
aumento superior al autorizado debían devolver el importe en la factura
de febrero. Muchas empresas cobraron sólo lo autorizado, otras van a
devolver los importes mal habidos y Cablevisión, desafiando lo
prescripto por la ley, volvió a facturar febrero con un aumento del 20% a
todos sus clientes. ¿Cómo es posible? ¿Cuál es la especulación? Ahora
lo voy a analizar como ciudadano ya que como director del Ente Regulador
estamos tomando las medidas del caso.
Lo que aquí se pone en juego
es la esencia del sistema democrático: quién gobierna el país, si el
sistema democrático o una corporación económica.
Hay una ley vigente
que declaró a estos servicios como servicio público. Se estableció una
prestación básica y se autorizó un 5% de aumento y además, frente al
abuso de Cablevisión por el aumento no autorizado, el juzgado Civil y
Comercial N° 10 de Mar del plata le ordenó a la empresa que debía
devolver los importes cobrados por encima del aumento autorizado.
¿Por qué Cablevisión volvió a facturar con el 20% de aumento?
Reitero,
como funcionario público se tomarán las medidas legales
correspondientes para hacer cumplir las resoluciones vigentes y aplicar
las sanciones que correspondan a través de un sumario.
Como militante
del tema y abogado conocedor de la política judicial quiero dudar sobre
una posible maniobra económico- judicial que podría perjudicar a
millones de usuarios en beneficio de una sola empresa, salteando a las
instituciones de la Constitución que establecieron la ley vigente.
Desde
la sanción del DNU 690/20, todas las grandes empresas judicializaron el
tema y después de varios meses no obtuvieron el beneficio económico que
buscaban, ya que todo sigue vigente y ningún amparo les fue otorgado.
Sin
embargo, en plena feria judicial, se presentó esta demanda: “TELECOM SA
C/ ENACOM Y OTRO S/ MEDIDA CAUTELAR AUTÓNOMA -Expte 12.881/2020-.”
Actualmente tramita por ante el juzgado Contensioso Administrativo
Federal N° 10 a cargo del juez de Feria Edgardo Walter Lara. El juez de
feria sólo tiene el expediente en la segunda quincena de enero y está en
sus manos ratificar la ley vigente, ratificar la PBU, determinar (como
ya se resolvió) que devuelvan el dinero mal cobrado o, como pasó en
otras oportunidades, dejar a millones de personas a merced de los
intereses económicos de una empresa, sin PBU y al aumento antojadizo que
pretendan.
Es una reflexión, una simple especulación de un militante
político que hace sólo 30 años transita estos temas, que sólo hacen a
la calidad de nuestra democracia.