Entrevista a Marcelo Almada
Marcelo Almada es un periodista reconocido en Misiones, aunque no
aparezca en las marquesinas porteñas. Ayer llegó a la Ciudad de Buenos
Aires para denunciar a la empresa Cablevisión por cercenar su derecho a
la información.
El periodista, productor y director del periódico Misiones Online reveló
que la empresa del Grupo Clarín pretendió ejercer censura previa no
sólo sobre sus comentarios, sino también sobre los de los invitados a su
programa, para evitar críticas contra Cablevisión. Luego de que
rechazara firmar esa cláusula, porque consideró que se trataba de un
intento de censura previa, Cablevisión le comunicó por correo
electrónico que no le sería renovado el contrato que durante cuatro años
lo ligó a esa empresa.
Almada, que ayer participó del programa 6-7-8, anticipó en diálogo con
Tiempo Argentino que hará hoy una presentación ante la Autoridad Federal
de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) y que denunciará esta
situación ante todos los foros que defiendan la libertad de expresión en
la Argentina.
–¿Cuál es el origen de su conflicto con Cablevisión?
–Desde hace cuatro años conduzco en la ciudad de Posadas, en Misiones,
un programa que se llama “Debate sobre el Futuro”. Es un programa que
hizo todos los debates políticos en los últimos años en la provincia.
Por ejemplo, el actual gobernador Maurice Closs debatió frente a las
cámaras con Ramón Puerta. Allí participan todos los sectores, con reglas
claras, con una cantidad de minutos fija para cada orador, de manera
que se puedan presentar y discutir ideas.
–Pero en este año electoral el programa no va a estar al aire, con lo que eso significa.
–Este año cuando voy a renovar el contrato, Cablevisión intenta
imponerme una cláusula, la número 20 –que tengo por escrito para
presentar como prueba–, en la que me obliga a no emitir comentarios
negativos contra la empresa, sus vinculadas, controlantes o controladas,
o sus directivos. Ni siquiera podía permitir que los invitados hicieran
ese tipo de comentarios contra la empresa de cable.
–¿Usted no aceptó esa cláusula?
–Les digo que no acepto ese condicionamiento al derecho a la
información, y por escrito me levantan el programa. Por carta documento
les pedí que me manden una lista para saber quiénes son las personas que
no puedo nombrar, y les digo: “Ustedes me mandaron esta cláusula que no
se puede firmar.” En la empresa me contestan que es una nueva modalidad
que viene de Buenos Aires. Para cumplir con el contrato en esos
términos yo tendría que decirle a cada invitado: “Por favor, no hablemos
de Cablevisión, de Clarín, ni de Papel Prensa”.
–En su descargo, la empresa señaló en Misiones que no se pudo haber levantado su programa porque ya no estaba en el aire.
–Yo tengo todas las pruebas del contrato que estaba por firmar. Tengo
todo por escrito porque me lo enviaron por mail. Ese era el
procedimiento habitual para la renovación del contrato en los últimos
años. Por escrito me mandaron que el programa quedaba sin efecto. Tengo
la oferta de ellos por el espacio, el día y el monto. Yo me quedé sin
programa, y quienes iban a debatir, sin el espacio. Por eso todos los
sectores políticos de Misiones mandaron por escrito su pedido para que
vuelva el programa y su repudio a esa decisión de la empresa.
–¿Cómo era el procedimiento habitual de renovación de su contrato con Cablevisión?
–Las anteriores renovaciones eran prácticamente automáticas. No había
grandes cambios con respecto al contrato del año anterior. Yo compraba
el espacio y se pagaba por anticipado.
–¿Usted había sufrido anteriormente algún tipo de presión de parte de
las autoridades de Cablevisión, por algún comentario en su programa de
tono crítico contra el Grupo Clarín?
–No es un tema que en Misiones estemos todos los días discutiendo. En el
programa generalmente debatimos muy a nivel provincial, e incluso a
nivel municipal. Cuando el año pasado se trató el tema de la Ley de
Medios yo entrevisté al senador Eduardo Torres (Frente Renovador de la
Concordia), que criticó a Clarín y Cablevisión. Al otro día me llamaron
de Cablevisión Posadas para reprocharme. Les dije que no podía decirles
qué tenían que pensar a los invitados que venían al programa, y que
además ellos no me tenían que llamar para plantearme semejante cosa
porque yo había firmado un contrato y me hacía cargo de todo lo que se
decía en el programa.
–¿Va a presentar alguna denuncia ante la justicia por esta situación?
–Estoy denunciando públicamente esta situación. Mañana voy a ir a la
Cámara de Diputados, al Senado, a la AFCA, a ADEPA y a todos los foros
para que me digan si puedo firmar esto, porque si Cablevisión está en
todo el país y en todo el país le obligan a los periodistas a firmar
esto, ahí sí que es un gravísimo atentado contra la libertad de
expresión. Lo grave es el desparpajo de ponerlo por escrito, porque
tengo todas las pruebas. Hay foros internacionales de libertad de prensa
en los que permanentemente Cablevisión denuncia ataques en su contra, y
yo quiero que esos foros y organismos se expresen sobre esta cláusula
que intentaron imponerme en el contrato.
–A partir del conflicto gremial en el Grupo Clarín que generó el reclamo
que impidió el domingo pasado la salida del diario a la calle, se
instaló un debate sobre la libertad de expresión. ¿Cuál es su opinión al
respecto?
–Me parece una gran farsa cuando se empieza a comparar lo que dice
Clarín con lo que nos está pasando a nosotros en Posadas, cómo se mide
con vara distinta. Estoy en contra de todo tipo de ataque a la libertad.
El domingo yo en Misiones compré Clarín a la tarde y el quiosquero me
dijo que se había impreso en la otra planta del Grupo en el interior,
pero ya estamos acostumbrados a que en Buenos Aires se discuta una
realidad que es totalmente distinta de la que vivimos nosotros en las
provincias.
–En el contexto de esa negociación que usted describe, ¿por qué no va con su programa a otro canal en la provincia?
–Porque no hay otro canal privado en Posadas en el que se pueda emitir
mi programa. Sólo queda el canal estatal y eso también es consecuencia
de la concentración. Antes había dos cables locales pero los compró
Cablevisión.
–¿Cuál es el impacto en su provincia de la aplicación de la Ley de Medios?
–Misiones Online es un caso único en el país, que pasó de ser una página
web a un períodico de papel. Hasta el año pasado en el interior no
podíamos comprar el insumo en Papel Prensa, y cuando pudimos hacerlo
porque se abrieron los cupos tras la decisión del Estado, abaratamos en
un 50% los costos. Estábamos absolutamente restringidos, y cuando
accedimos al insumo pudimos duplicar la tirada con menor costo.
–¿Y en los medios audiovisuales?
–En los medios audiovisuales la situación era muy parecida. No se podía
tener una licencia en Posadas porque el Grupo Clarín tiene tres, en dos
de las cuales se repiten las señales desde Buenos Aires. A nuestros
anunciantes les convenía mucho más negociar en Buenos Aires, si total la
publicidad repicaba igual en la provincia. Teníamos dos cables en
Posadas y ahora hay uno solo de Cablevisión, y no están cumpliendo con
la nueva ley, que los obliga a tener contenidos locales