La compañía controlada por el Estado nacional aclaró que no se trató de
un aumento general de precios sino de “reordenamiento del último
aumento, que busca achicar la brecha de precios con la competencia y
reducir la diferencia entre capitales e interiores de algunas
provincias”.
En la Ciudad de Buenos Aires el litro de nafta súper
pasó de 73,60 a 74,60 pesos (1,4 por ciento) y la Premium de 84,70 a
85,70 pesos (1,1 por ciento), mientras que el gasoil común aumentó de
69,20 a 70,20 pesos (1,4 por ciento) y el gasoil Premium de 81,40 a
82,40 pesos (1,2 por ciento) Desde que los precios se descongelaron el
pasado 19 de agosto los combustibles en Capital Federal acumulan una
suba de 40 por ciento, aunque si se toma en cuenta que en los ocho meses
anteriores no había habido ningún incremento, ese porcentaje está en
sintonía con la inflación del período.