* "Por eso, he instruido a las autoridades pertinentes para que
formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quiénes han
sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y
de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra".
La
Oficina Anticorrupción, a cargo de Felix Crous, cumplió con esa tarea.
En base a informes del Banco Central y de la auditoría de la Sindicatura
General de la Nación, realizó la correspondiente denuncia penal ante el
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5 en la causa
3561/2019 “Macri, Mauricio y otros s/ defraudación por administración
fraudulenta y defraudación contra la administración pública”.
En ese
juzgado ya se tramita una causa con otras denuncias sobre los
procedimientos aplicados para la celebración del acuerdo stand by
suscripto entre el país y el Fondo Monetario Internacional en 2018, por
un monto total de 57 mil millones de dólares, de los cuales se
desembolsaron casi 45 mil.
En el escrito de la OA se precisa: "Los
delitos son defraudación por administración infiel agravada por ser
cometida en perjuicio de la administración pública y malversación de
caudales públicos".
La OA se involucra en el debate acerca de si el
crédito con el FMI no debe ser judiciable, como cualquier otra medida de
política económica. Su posición es ilustrativa para acomodar a algunos
desorientados. Dice que "la Sigen había destacado que si bien es cierto
que la decisión de suscribir la Carta de Intención con el FMI constituye
una decisión de política económica (que como tal involucra aspectos de
prudencia política), no es menos cierto que dicha decisión debe
sujetarse al previo cumplimiento de los procedimientos e intervenciones
de órganos competentes, a los efectos de determinar su razonabilidad y
conveniencia".
Esto significa que solicitar un crédito no es
judiciable, en cambio sí lo es la violación de normas y procedimientos,
como es el caso del FMIgate.
La denuncia
La presentación de la OA ofrece el siguiente recorrido para entender la base de la denuncia:
*
"El 20 de junio de 2018 el FMI aprobó un nuevo empréstito, que fue
destinado a solventar la formación de activos externos, en perjuicio del
Estado argentino y de todo el pueblo de la Nación, que con el
endeudamiento subvencionó las ganancias de los especuladores por la
decisión de los denunciados".
* "Ejecutaron un programa criminal
destinado a generar ingentes ganancias finales en dólares a personas
físicas y jurídicas, las que fueron solventadas mediante el
endeudamiento externo contraído por el Estado Nacional, que en los
próximos años deberá afrontar el pago de enormes cuotas del capital y
sus intereses, circunstancia que implicó una transferencia
extraordinaria, indebida y fraudulenta de activos desde el sector
público hacia una parte del sector privado".
* "Por cierto, la
decisión de suscribir con urgencia y a como diera lugar el mayor
empréstito otorgado por el FMI en su historia -con la correspondiente
complacencia de éste tanto en la concesión como en la supervisión de su
cumplimiento, lo que no corresponde ni es factible juzgar aquí-, se
expresó en la violación de las normas esenciales para esa decisión".
*
"Son conocidas por todos y todas las manifestaciones del ex asesor
Senior de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de los
Estados Unidos y actual presidente del BID, Mauricio Clever Carone,
quien en su exposición en el Consejo de Relaciones Internacionales de
Chile explicó las razones de la concesión de un préstamo inédito y más
que excepcional por su magnitud a la República Argentina, y las causas
de la ceguera voluntaria en el control de la asignación de esos fondos a
un destino diferente del comprometido, lisa y llanamente la fuga de
capitales, finalidad prohibida por las normas del organismo
multilateral. La razón no era otra que ayudar a la reelección
presidencial del por entonces Presidente de la Nación, Mauricio Macri".
*
"Para comprender cabalmente la maniobra es necesario obtener, en el
transcurso de la pesquisa, tanto el listado completo de las personas
físicas y jurídicas beneficiadas por la maniobra ilícita, así como
determinar el tipo de vinculación que pudieran mantener con los
funcionarios denunciados ".
* "Conocer si existieron vínculos entre
los funcionarios y los compradores, y si estos pudieron prevalerse de
información privilegiada -y quién la suministró-, para asegurar esas
ganancias, que son el espejo del perjuicio que debe afrontar la mayoría
del pueblo argentino".
Responsables
La Oficina
Anticorrupción menciona con nombre y apellido a quienes considera
responsables del FMIgate: Mauricio Macri en su carácter de presidente de
la Nación; Nicolás Dujovne, en su rol de ministro de Hacienda; Luis
Andrés Caputo en su doble carácter de ministro de Finanzas y presidente
del Banco Central; y Federico Sturzenegger y Guido Sandleris como
presidentes del Banco Central.
Considera que el proceso fue espurio
porque esas autoridades no optaron por ninguna otra medida que evitara
la sobredemanda de dólares y su salida de la plaza local, garantizando
"con su deliberada pasividad la toma de ganancias de los especuladores a
expensas del patrimonio público".
Señala que Macri y esos
funcionarias del área económica no recurrieron al canje compulsivo de
títulos ni al control cambiario sino hasta que, en las postrimerías del
gobierno, "las ganancias, su dolarización y la fuga estuvieron
garantizadas para los especuladores".
Después precisa la sucesión de
normas que ellos violaron en la firma del préstamo, como había sido
detallada a mediados del año pasado en Página/12. Incumplieron la
solicitud al Poder Legislativo Nacional de la autorización previa para
contraer el crédito (artículos 75, incisos 4 y 7, de la Constitución
Nacional); eludieron la inclusión del empréstito por el monto
correspondiente en la Ley de Presupuesto (artículo 60 de la ley 24.156);
omitieron traducir documentos fundamentales en legal forma (artículo 6
de la ley Nº 20.305); soslayaron la emisión del dictamen de viabilidad
del Ministerio de Economía y la autorización del Jefe de Gabinete de
Ministros para el inicio de las negociaciones de la operación (decreto
1344/07); y evitaron la opinión previa del Banco Central respecto del
impacto de la operación en la balanza de pagos (artículo 61 de la ley
24.156).
La OA señala entonces que la Sigen verificó que los
compromisos asumidos con el FMI fueron contraídos sin contar con la
previa intervención de los órganos competentes en la materia, ni con la
información económica, financiera y jurídica necesaria para su
celebración.
Para concluir que "se trató de un programa calculado y
ejecutado con el objeto de generar una transferencia extraordinaria de
activos desde el sector público hacia un grupo selecto del sector
privado, en perjuicio del interés del pueblo argentino, el que debían
gestionar y custodiar con fidelidad".