Con secundarios y terciarios casi completamente virtuales, las clases
presenciales se reducen a escuelas primarias e iniciales. Aunque allí es
casi nula: burbujas con solo un nene, turnos enteros sin chicos y
escuelas cerradas por contagios entre directivos y auxiliares.
“Hay
un montón de escuelas donde los papás eligen cuidar a los nenes. En la
mayoría la asistencia es no mayor a cuatro o cinco chicos por sala”,
afirmó María José Gutiérrez, referente de nivel inicial de la Unión de
Trabajadores de la Educación (UTE). Detalló que en la Escuela Infantil 4
del Distrito Escolar 19 hay cinco chicos inscriptos en las listas de
asistencia, “pero hoy no hay ninguno”. En el jardín 13 del DE 21, por
caso, “turno mañana no asiste entero” y en turno tarde “hay una sala con
dos niños”.
“Están funcionando burbujas de un solo niño. La docente
tiene que hacer la clase para los virtuales e ir a la escuela por un
niño”, remarcó a Tiempo Angélica Graciano, Secretaria General de UTE. Y
destacó: “Si hacés el comparativo entre mayo 2020 y mayo 2021, la
continuidad de las clases fue más alta el año pasado porque fue
sostenido, programado, proyectado, sin interrupciones. Ahora las clases
presenciales son exiguas, y la virtualidad es intermitente. Hay una
permanente interrupción de los procesos. Hay menos horas de clase ahora
que el año pasado”. Ante este panorama y con 15 trabajadores de la
educación fallecidos desde el inicio de la presencialidad en la Ciudad
de Buenos Aires, el 17 de febrero, los gremios docentes mayoritarios
continúan reclamando el pase a la virtualidad en todos los niveles
mientras dure la alerta epidemiológica. Además de los semaforazos,
cortes y el reclamo para que avance la vacunación en el sector, esta
semana desde la UTE realizan “retención de servicios, que es un paro a
la presencialidad”.
Graciano denunció que siguen “la presión y el
hostigamiento a equipos directivos” por parte del Gobierno de la Ciudad y
las trabas a la educación virtual. Precisó que solo en las primeras
horas de este lunes, cuando se actualizaron los reportes de contagios,
supo de una escuela del distrito 20 con seis docentes positivos, una
vicedirectora internada y una escuela que no pudo abrir por tener a
auxiliares y la directora infectados.
Sobre las cifras de contagio
que difunde el Gobierno de la Ciudad –que durante el fin de semana
emitió un comunicado asegurando que “sigue bajo el número de casos
reportados en escuelas y el 89% reconoció que el contagio se produjo en
otro lado”-, Graciano cuestionó las “gacetillas con porcentajes hechos
sobre un universo que no existe. Hay que hacerlo sobre el universo que
acepta ir. Al ampliar el universo, bajás el porcentaje. Hacen universos
enormes para que den bajos los casos. De las familias de inicial y
primaria que aceptan ir, el porcentaje de presencialidad es exiguo y muy
alto el de gente en aislamiento y contagiada”.
Desde Ademys, en
tanto, siguen también los reclamos callejeros y hay un paro convocado
para este miércoles. En ese marco se hará además una caravana, por un
circuito a definir que incluirá protestas al Gobierno de la Ciudad y de
la Nación, en contra de la “presencialidad administrada”.
No solo en CABA
Ante
una segunda ola que no da tregua, la situación epidemiológica se agrava
en distintos puntos del país y el debate en torno a la presencialidad
se replica en otros distritos. En Mar del Plata, por caso, falleció en
las últimas horas la quinta trabajadora de la educación y los gremios
reiteraron sus pedidos por más medidas de cuidado.
“Estamos pidiendo
estar en fase 2 en forma urgente. A nivel local no hay una política
hacia el transporte público, por más que el intendente la semana pasada
hizo declaraciones de pedirles a los empresarios que pongan más unidades
de transporte, no hay inspectores para controlar la cantidad de
colectivos llenos, gente parada, ventanillas cerradas. El municipio no
está haciendo el control y hoy el ritmo de la ciudad está cuasi normal,
eso impacta al interior de la escuela”, advirtió Gustavo Santos Ibáñez,
titular de Suteba General Pueyrredón. “El sábado Mar del Plata
contabilizaba 1753 fallecidos, entre ellos cinco docentes. Esto nos
sigue poniendo en alerta, mucho más cuando sanitaristas y epidemiólogos
de la ciudad están planteando que la tasa de incidencia y la razón de
crecimiento de casos en 14 días está subiendo exponencialmente poniendo
al sistema sanitario en tensión. Hay un amesetamiento alto de 300 casos
por día”, alertó.
Mar del Plata viene sacudida por una seguidilla de
muertes de jóvenes trabajadores de la educación. La última fue Adriana
Amestoy. La semana pasada fallecieron Natalia Arregui (30 años),
Guillermo Migliorini (27), Laura Andreiko (40) y José Pablo Vaccaro.
“El
invierno amenaza una catástrofe. Es imprescindible la continuidad de
las clases en forma virtual para resguardar la salud y la vida de toda
la comunidad educativa”, expresó Tribuna Docente Mar del Plata en la
Multicolor. Y difundió un posteo que había realizado uno de los docentes
fallecidos, Migliorini, tras ser diagnosticado con covid: “Ojalá a
muchos de mis contactos que creen en la estúpida ficción de la nueva
presencialidad, montada para aplacar a los medios -que no paran porque
son criminales de la peor calaña-, se les caiga esa fachada y puedan ver
la realidad. Si tus hijos van a escuelas privadas, pensá que los que
vamos a las públicas... Algunas, sin siquiera aulas ventiladas según el
protocolo. Si viajás al cole en auto, pensá en quienes usan colectivo,
con las ventanas totalmente cerradas. Si vas al colegio en Mar del
Plata, pensá en cuanto falta para que lleguen los fríos, las heladas y
nos obliguen a tener que mantener las clases muertos de frío (nosotros y
los chicos). La peor pandemia es el egoísmo, y de esa creo que no hay
salvación”.