Es que con los datos de inflación de mayo y las proyecciones para junio,
las jubilaciones y pensiones volverían a quedar atrasadas frente al
alza de los precios.
En el primer semestre del año y con la nueva
fórmula vigente desde marzo, las jubilaciones y pensiones recibieron dos
aumentos trimestrales de 8,07 y 12,12 por ciento respectivamente. El
alza total es de 21,2 por ciento. Con una suba promedio de los precios
del 3 por ciento en junio, la inflación de la primera mitad de 2021
sumará el 25,1 por ciento, lo que representa una pérdida de 3,1 por
ciento con respecto al mismo semestre del año anterior. Teniendo en
cuenta lo que sucedió con los bonos pagados durante el 2020 y comienzos
del 2021, seguramente volverá a alcanzar a las jubilaciones y pensiones
más bajas y dejaría afuera a los haberes más altos. El objetivo oficial
es recomponer el poder adquisitivo de los sectores populares, en línea
con la promesa del presidente Alberto Fernández de privilegiar a los
grupos sociales que están en la base de la pirámide de ingresos. También
viene a dar respuesta al objetivo plasmado en el Presupuesto de este
año de que el salario le gane a la evolución de precios.