Al ser interrogado por cómo era la política de obra pública en Santa
Cruz cuando el gobernador era Néstor Kirchner, el jefe de estado aseguró
que el ex mandatario tenía una "administración prolija", que le dejaba
un superávit "muy grande", y aclaró que Kirchner fue "siempre muy
prolijo con sus cuentas públicas". "En detalle no conozco cuál fue la
obra pública que llevó adelante en Santa Cruz", añadió. El testimonio de
Alberto Fernández fue pedido por la defensa de la expresidenta y de
otros dos acusados, el empresario Lázaro Báez y el exministro de
Planificación Julio De Vido a raíz de su condición de ex Jefe de
Gabinete en el kirchnerismo. El Presidente anunció que concurrirá a
Comodoro Py 2002 pese a que por su investidura podía optar por responder
un cuestionario escrito a los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez
Uriburu y Andrés Basso.
El Presidente recordó que cuando era jefe de
Gabinete de Néstor Kirchner se respaldaron en la obra pública para
reimpulsar la economía del país. "Veníamos de una crisis muy profunda
que fue la de 2001, asumimos en 2003 y se había iniciado un lento
proceso de la economía y Néstor estaba convencido de que la obra pública
era un motor central para la economía", señaló.
"Tengo la convicción
de que la obra pública es el motorizado de una economía en crisis, así
lo pensó Néstor y también Cristina", consideró, y agregó que "la obra
pública fue muy grande en esos años y también lo fue en el Gobierno de
Cristina Fernández de Kirchner, también lo es hoy en día". En ese marco,
dijo que "no existe ninguna norma que ponga limitaciones a cómo se
distribuya el gasto en obra pública" y aseguró que le "llama mucho la
atención lo que estamos discutiendo en este juicio: no existe una norma
que diga cuánto se puede destinar a la obra pública y en qué modo esa
inversión".
Asimismo, Fernández garantizó que "no había una
distribución arbitraria, en un presupuesto es muy difícil distribuir
arbitrariamente, y se los dice alguien que está gobernando sin
presupuesto", ya que la "ley más difícil de sacar en un Congreso es un
presupuesto". "Me llama el sentido de esta causa porque lo que se está
discutiendo son decisiones políticas no judiciales", indicó.
Además,
recordó que cuando fue Jefe de Gabinete "se actualizó la ley de
administración financiera y le permitió resignar partidas de una
jurisdicción que no las estaba utilizando a otra".
"Cuando salió esa
norma hubo mucho barullo diciendo que me habían dado superpoderes, pero
nunca superé el 3% de los recursos presupuestarios movilizándolos de una
jurisdicción a otra. Esto se hace para optimizar los recursos del
Estado", sostuvo, y dio como ejemplo que "a poco de llegar al gobierno
hubo inundaciones en Santa Fe y tuve que sacar recursos de otras
administraciones para movilizarlos a Santa Fe". "Nunca esas decisiones
administrativas tuvieron el propósito de beneficiar a alguien",
sentenció.
En ese marco, le preguntaron si en ese contexto recibió
órdenes explícitas de reasignar partidas para beneficiar a alguna
jurisdicción o empresario o funcionario y enfatizó: "Definitivamente,
no". Según dijo Alberto Fernández, Argentina hoy tiene 100 mil viviendas
en construcción, y se peguntó ante los jueces y fiscales. "¿Cree usted
que yo puedo conocer en detalle cada obra? Un Presidente puede conocer
cómo evolucionan las partidas asignadas a las obras o tener reuniones
periódicas para ver cómo funcionan los temas en cada ministerio",
respondió. "Uno puede conocer grandes lineamientos pero no puede conocer
cómo evolucionan los trámites, no hay forma material de hacerlo",
completó.