La combinación de beneficios que doblan la oferta bancaria, marketing
asociado a las nuevas tecnologías de ahorro, enseñanza para el
desarrollo personal y discurso religioso -Cositorto se presenta como
coach ontológico y jefe de la iglesia Aviva Zoe-, atrajo a miles de
personas en el país. El viernes, cientos de ellos y ellas se congregaron
en la puerta de la sede porteña de la empresa, sobre la calle Crisólogo
Larralde en el barrio porteño de Núñez. La escena de indignación
colectiva, miedo y ansiedad por retirar lo invertido remitía al final de
la película Nueve Reinas, frente al banco quebrado. La fiscal de
instrucción de la ciudad cordobesa de Villa María, Juliana Companys,
ordenó la detención del CEO y su segundo Maximiliano Batista, que no se
encontrarían en el país; Norman Ariel Prospero, el contador del holding,
fue detenido por la división Antimafia de la Policía Federal en la
Ciudad de Buenos Aires.
La fiscal cursó el pedido en respuesta a las
denuncias por el cierre repentino de los lugares de pago en efectivo de
la firma en Villa María, donde también funcionaba una sede de la
Universidad del Trading, rama de Zoe que dicta capacitaciones y cursos
no oficiales sobre inversión en criptoactivos, neurociencias, finanzas
personales, psicología y demás disciplinas. De hecho, Cositorto afirmaba
respaldar Zoe Cash -la criptomoneda que propone la empresa- con la
propiedad de dos minas de oro en Jujuy, las cuales negaron todo vínculo.
Generación
Zoe también se extendió al mundo deportivo: Leonardo Cositorto formó
parte del club Deportivo Español vía su entrenador, Ricardo Caruso
Lombardi. Allí, Cositorto propuso a los jugadores cobrar una parte de
los premios en Zoe Cash. También Miguel Ángel Brindisi y Alejandro
Mancuso, ex ayudante de campo de Diego Armando Maradona, se relacionaron
con Zoe en su división Deportes.
Las denuncias comenzaron en la
Comisión Nacional de Valores, que abrió un sumario administrativo “por
la posible realización de oferta pública e intermediación irregular en
el ámbito del mercado de capitales”. Dos ONGs ya habían presentado
denuncias en la Procelac sobre Generación Zoe: la Red Librementes, que
alerta sobre manipulación coercitiva por parte de sectas religiosas, y
Bitcoin Argentina, referente local sobre criptomonedas y tecnología
blockchain. El fiscal Eduardo Taiano lleva el expediente en la Ciudad de
Buenos Aires.
Vínculos con Santilli y el Pro
“Diego Santilli
tiene los valores y utiliza las palabras que nosotros utilizamos”,
afirmaba Gabriel González en un video que circuló hace pocos días en
Twitter. El actor hizo estas declaraciones en una reunión de coaching de
Generación Zoe: cuando dice «nosotros», se refiere a la empresa, con la
cual tiene un vínculo relacionado a su decisión de dedicarse a la
política bonaerense junto al senador. En ese mismo video, González
alaba, en tono de campaña electoral, la performance de Santilli a cargo
del Ministerio de Seguridad de la Ciudad.
En diálogo con Alejandro
Rebossio de El Diario Ar, voceros de Diego Santilli negaron cualquier
cercanía con Zoe, pero dos episodios multiplican las sospechas. En
varias fotos de la presentación del reciente libro de Martiniano Molina,
exintendente de Quilmes, se puede ver a Cositorto, el cual se apuró a
desmentir el vínculo en una de las últimas entrevistas que ofreció en
Colombia, poco antes de pasar a su actual condición de prófugo
internacional.
Por último, Nicanor Santilli Pazos, hijo del senador y
piloto de TC 2000, estuvo cerca de ser sponsoreado por la fantasmal
división Automovilismo de Zoe, al punto de que circularon fotos de los
autos del equipo con el logo de la empresa, lo mismo que ya ocurre
efectivamente con otros competidores de la categoría. El acuerdo no se
concretó, pero es otro frente en el que las distancias se acortaron a un
mínimo difícil de justificar.