En lo que respecta al IPC subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos frescos, en febrero repuntó hasta un 6,4% interanual frente al 6% en enero y al 5,9% que esperaban los economistas. Los avances también han destacado a nivel mensual. El IPC escaló en febrero un 0,8% respecto a enero tras ser el aumento del 0,6% el mes previo. En lo relativo al IPC subyacente, el repunte mensual ha sido del 0,5% frente al 0,6% registrado en enero. Según datos oficiales, los aumentos de precios fueron motivados por mayores costos del gasoil, alimentos y vivienda. La inflación aún sigue presionando a la economía que ya se encontraba en una situación difícil tras la pandemia de coronavirus. El IPC sigue creciendo a tasas interanuales anormalmente altas como producto del fuerte estímulo monetario y fiscal que ha tenido lugar en EEUU tras la crisis del covid y las restricciones en la oferta global de ciertos inputs y materias primas. Así, la inflación se está viendo impulsada sobre todo por el auge de los precios energéticos, de la vivienda y de los alimentos. Ahora se espera que el IPC en EEUU toque techo en marzo, según las previsiones de Deutsche Bank.