En términos efectivos, las Leliqs rinden actualmente un 51,3%, mientras
que los plazos fijos tradicionales otorgan un retorno anual del 49,8%.
Si
la inflación se ubica entre el 38% y el 48%, como proyectaron el
Gobierno y el FMI en el marco del acuerdo, las tasas actuales
resultarían positivas en términos reales. Sin embargo, según el último
REM del BCRA, el mercado estimó en febrero una inflación anual del 55%
para 2022. Asimismo, si se anualizan los aumentos de precios del primer
bimestre (3,9% en enero y 4,7% en febrero), la inflación resultaría del
66%, una cifra que dejaría muy relegados a los instrumentos de ahorro en
pesos. En ese sentido, muchos especialistas consideran que, al menos,
las tasas deberían moverse 200 puntos básicos, aunque otros dudan de su
efectividad en la lucha contra la inflación, ya que los actuales
aumentos de precios no estarían vinculados a presiones desde la demanda.
Vale
remarcar que esta semana el Ministerio de Economía ya dio un primer
paso en el sentido de ir hacia un sendero de tasas reales positivas, al
convalidar nuevos incrementos en los retornos de las letras a tasa fija
(Ledes) que suele licitar para conseguir financiamiento en moneda local.
El
miércoles la Secretaría de Finanzas colocó tres Ledes a junio, julio y
agosto, con tasas nominales anuales del 46,05%, 47,29% y 48,27%,
respectivamente, lo cual implicó un alza de entre 1 y 1,5 puntos
porcentuales de tasa efectiva anual, que se ubicaron en esta ocasión por
encima del 57%.
La reunión del directorio del BCRA ya se había
suspendido el jueves, con la justificación de que su presidente, Miguel
Pesce, debía estar disponible en el Senado en el marco de la discusión
sobre el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que finalmente
fue aprobado por los legisladores.