Según pudo saber Ámbito, durante el encuentro que mantuvo el mandatario
argentino con el canciller alemán Olaf Scholz, Alberto Fernández le
pidió su apoyo para llevar adelante una negociación clave para el futuro
de las finanzas: le solicitó a Scholz que acompañe a la Argentina en la
renegociación y modificación del Acuerdo cerrado en 2014. En los
hechos, significa cambiar las condiciones en las que la Argentina deberá
pagar unos u$s 2400 millones.
Hoy se sumó a ese respaldo el francés
Macron, quien le aseguró a Alberto Fernández su gestión para facilitar
el acuerdo. Dentro del Club de París, Francia es el que menos porcentaje
de deuda tiene de la Argentina. Alemania es dueña del 37% de la deuda
que mantiene la Argentina. Eso explica el interés de Scholz por empujar
un desenlace rápido en esta conversación y por recibir un “tratamiento
igualitario”, es decir, que cada vez que la Argentina cancele deuda con
otros acreedores, pueda disponer de recursos proporcionales para ir
cancelando la que mantiene con el Club.
Para tener un cuadro completo
de los acreedores, el resto de la deuda la tienen Japón (22%), los
Países Bajos (8%), España (6,7%), Estados Unidos (6,3%), Italia (6,3%),
Suiza (5,3%), Francia (3,6%) y algunos países más por el 4% restante.
Huelga decir que, de todas formas, los miembros del Club de París toman
las decisiones en conjunto.Dos elementos le dan volumen a la gestión:
por un lado, el Gobierno ha señalado que mira con preocupación la
posibilidad de que le falten dólares a las reservas del BCRA este año.
Por otro, al margen de la deuda con el Club de París, ya existen
conversaciones para que el FMI le solicite a la Argentina sentarse a
renegociar algunas cláusulas cuantitativas y condicionalidades del
último acuerdo firmado. Es en ese entramado que el Gobierno quiere
también mejorar el escenario de vencimientos con el Club. El dato es que
el presidente Alberto Fernández piensa que el Acuerdo cerrado en 2014
es malo para la Argentina. Por esa razón no sólo busca una prolongación
de las fechas de vencimiento, sino también una reducción fuerte en la
tasa de interés del crédito. Aún hoy el Presidente estima que el
esfuerzo debe estar puesto en despejar los próximos años de vencimientos
de deuda, para que el país pueda utilizar los dólares para expandir la
actividad económica.