El presidente Alberto Fernández trabajó en las últimas horas de este
domingo para afinar los detalles de los discursos que brindará este
lunes ante los líderes del G7, intervenciones en las que expondrá "con
mayor grado de alarma" las consecuencias de la guerra en Ucrania sobre
los países en vías de desarrollo e insistirá sobre un necesario rediseño
de las finanzas mundiales.
Fernández dedicó una parte de las horas
del vuelo que el sábado noche lo llevó desde Buenos Aires hasta Múnich,
Alemania, para ajustar diversos pasajes de lo que serán sus
presentaciones ante los jefes de Estado de las siete economías más
potentes del planeta, que se reunirán hasta el martes en el castillo
bávaro de Schloss Elmau.
Según pudo saber la prensa que acompaña al
mandatario argentino, en esos discursos reiterará conceptos ya vertidos
en la pasada Cumbre de las Américas de Los Ángeles, pero es probable que
la exposición muestre un "mayor grado de alarma" respecto de la crisis
desatada por la guerra en Ucrania.
En ese sentido, se recordó que
Fernández no ha dejado de hablar del tema en cada cita internacional y
se remarcó que fue de los pocos que el viernes pasado, con motivo de la
cumbre de los Brics, se refirió al conflicto bélico.
"Habló frente a Putin y pidió el cese de hostilidades. En esos términos no habló ninguno", señalaron fuentes de Casa Rosada.
A
eso se agrega que, en menos de cuatro días, el jefe de Estado habrá
expuesto su posición ante los presidentes de las principales potencias
mundiales: el ruso Vladimir Putin y el chino Xi Jinping en la reunión de
los Brics; y Joe Biden (Estados Unidos), Emmanuel Macron (Francia) y
Olaf Scholz (Alemania), entre los que integran el G7. Fernández tiene
aseguradas un par de intervenciones en las mesas temáticas y una
participación en el plenario, donde los presidentes intercambian
opiniones.
"Salvo en las bilaterales, tiene que hablar con dos
sombreros, el de Argentina y el de la Celac. Por ejemplo, Europa quiere
demorar la transición energética y el Caribe, que pierde un punto del
PBI con cada huracán, lo quiere apurar, pero eso quizá no corra para
toda Sudamérica. Es un equilibrio difícil", sintetizó un allegado al
Presidente.
Se espera que además el mandatario reitere su reclamo
para el "rediseño de la arquitectura financiera mundial" y así
"enfrentar las consecuencias de la pandemia y de la guerra".
"Eso
puede lograrse ya sea a través de más Derechos Especiales de Giro (DEG) u
otro mecanismo", explicaron fuentes especializadas en la materia que
asisten al Presidente. En ese sentido, se señaló que el G7 no es,
tradicionalmente, un espacio donde se definan paquetes de ayuda
concreta, pero sus integrantes tienen la "llave" en los organismos
multilaterales de crédito que podrían llevar adelante esas reformas.
Además, habrá un capítulo destinado a señalar que la Argentina es
productora de alimentos y que, si llegan inversiones al país, puede
convertirse en proveedor estable de gas, dos de los productos más
demandados en la actualidad.
También se espera que se incluya alguna
mención a la soberanía de las Islas Malvinas, un tema siempre presente
para la Argentina que, en esta ocasión, sería expuesto ante el primer
ministro británico, Boris Jhonson.