, pero la denuncia penal recién la presentó González en mayo del 2022
por que otros ejecutivos de la denominada “planta permanente” de la
empresa se negaban y recomendaban encarar la situación en secreto. La
causa finalmente recayó en el juzgado federal N° 1 a cargo de María
Romilda Servini. La denuncia que tramita Servini -y que González
ratificó en junio pasado- reveló que un empleado de seguridad de YPF,
responsable de las tareas de contrainteligencia interna establecidas por
protocolo en todas las empresas que cotizan en Wall Street, ingresó a
la oficina del presidente fuera del horario laboral y fotografió
documentos y revisó las pertenencias personales de González.
El topo
ingresaba a la oficina de Pablo González, presidente de YPF, fuera del
horario laboral. El topo fue identificado como Alejandro César Alberto
Garofani Mariscal y fue descubierto infraganti por un compañero, que lo
filmó mientras realizaban en conjunto las tareas bautizadas
internacionalmente como TSCM, por las siglas en inglés de “Technical
Surveillance Counter Measures”, que en español significa “Contramedidas
de Vigilancia Técnica”.