Reino Unido se enfrenta a una crisis inflacionaria más severa. Mientras los expertos esperan que la inflación haya tocado su pico máximo en Estados Unidos, los ciudadanos de Reino Unido seguirán sufriendo la dentellada feroz de unos precios desbocados. El país registró un alza del 9,1% en mayo, el mayor nivel en cuatro décadas, y según las previsiones del Banco de Inglaterra, la tasa llegará al 11% este otoño. Estados Unidos registró la misma cifra en el mes de junio, pero ninguna de las cinco primeras potencias mundiales, según su PIB, tuvo una cifra superior.
Y, al contrario de lo que se espera en el resto, Reino Unido registrará una "alta inflación durante mucho más tiempo", explicó Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra hablando de las previsiones para lo que queda del año. Eso, junto con un crecimiento en caída y el escaso margen de maniobra del Banco de Inglaterra para reconducir la situación, han colocado a la quinta potencia del mundo en una posición tensa.