Eduardo Casal --quien fue nombrado de manera interina por Macri tras la
persecusión contra la ex Procurador Alejandra Gils Carbó-- se había
reunido ayer con los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola para sumarse a
la estrategia opositora de condenar las expresiones del presidente en
contra del alegato contra la vicepresidenta.
"En modo alguno
pueden ser interpretadas en el sentido de querer condicionar el accionar
de un funcionario y ello queda claro toda ve que fueron vertidas cuando
el fiscal de la causa ya había finalizado su alegato en el proceso",
apuntó como primer punto Alberto Fernández en la respuesta a Casal.
Además le señaló que "el Poder Judicial y sus magistrados, y
funcionarios no están ni podrían estar exentos de críticas y opiniones
en una sociedad democrática".
El jefe de Estado volvió a
contextualizar sus críticas con la inminente elección presidencial en
Brasil, en la que Jair Bolsonaro buscará la reelección frente al ex
presidente Lula Da Silva, tras no poder participar en las elecciones de
2018. Alberto recordó que la causa contra Lula "tuvo como finalidad
impedir que Lula fuera candidato a presidente y condujera los destinos
del país por el voto popular."
"Es de suma importancia que las
opiniones que alertan sobre los peligros que pueden acechar a las
democracias sean formuladas a tiempo", aseguró y resaltó que "cualquier
ciudadanos o ciudadana, incluido el presidente de la Nación puede dar la
voz de alerta".
En ese tono, Alberto sostuvo sus críticas a
Luciani al asegurar que sus señalamientos son para exigir que se respete
"el debido proceso y la imparcialidad para actuar" y advirtió: "A la
hora de actuar, muchos magistras y funcionarios de la justifica federal
prestan más atención a detemirnados interes fácticos o políticas que a
las normas vigentes".
Las cuentas pendientes de Casal
Por otra
parte, el jefe de Estado le recordó al Procurador Adjunto nombrado por
Macri --y aún en funciones por la negativa del bloque de Juntos por el
Cambio en el Senado de votar un nuevo Procurador-- que no se lo notó
"preocupado, ni a visto injerencia alguna cuando el ex presidente
Mauricio Macri, estando en ejercicio del cargo, recibió al imputado Luis
Chocobar en la Casa Rosada".
Macri lo recibió cuando comenzaba
el proceso de acusación por haber disparado y matado por la espalda a un
joven, que escapaba tras un robo y Alberto le recordó que el entonces
presidente publicó en su cuenta oficial de Twitter un mensaje de
acompañamiento en el que mandaba el siguiente mensaje al Poder Judicial:
"La Justicia en otra instancia lo liberará de todo cargo, reconociendo
su valentía".
Alberto también le recordó a Casal que no observó
intromisión judicial cuando Macri le instruyó a su entonces ministro de
Justicia, Germán Garavano, que iniciara un juicio polítco contra el juez
Alejo Ramos Padilla, quien investigaba un aparato de espionaje ilegal
revelado por el falso abogado Marcelo D'Alessio.
En ese punto,
Fernández le recordó a Casal "su complacencia" con el fiscal Carlos
Stornelli, procesado en la causa de D'Alessio, y que se mantuvo casi
nueve meses en rebeldía sin ir a declarar anta la justicia. Motivo por
el que Casal tuvo que dar explicaciones ante el Congreso.
"El
celo que muestra su carta hubiera sido importante para la salud
democrácita que se plasme en impulsar investigaciones transparentes
respecto de las motivaciones reales que tuvieron algunas visitas
realizadas por destacados miembros del Poder Judicial al ex presidente
Mauricio Macri en la quinta de Olivos y también en la Casa Rosada; en el
rol que tuvo el prófugo "Pepín" Rodríguez Simón y otros ex funcionarios
en la llama "Mesa Judicial" y garantizar la imparcialidad de quienes
intervienen como magistrados y funcionarios", le recomendó Alberto a
Casal.