Fuentes judiciales revelaron que la jueza María Eugenia Capuchetti tomó
la medida después de escuchar también la declaración testimonial de
Mario Pablo Borgarelli, el allegado a Sabag Montiel (negó ser su “amigo”
y se definió como “un conocido”), quien describió características del
agresor y afirmó que “lo creía capaz de cometer el hecho”.
Las
fuentes descartaron, en principio, que detrás de Sabag Montiel haya una
organización completa del tipo terrorista. “No es Al Qaeda. Pero no se
trata de un loquito suelto”.
El hackeo del celular, descartado
A
lo largo de una inusual jornada de domingo en Comodoro Py 2002 también
se esclareció parcialmente qué fue lo que ocurrió con el teléfono de
Sabag Montiel. Una perito de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)
explicó que el bloqueo se produjo por una conexión física del aparato
cuando se intentó extraer su información. Ello descarta un hackeo por
vía remota y limita la eventual responsabilidad de los peritos de las
fuerzas de seguridad que tuvieron en sus manos el aparato.
La perito
Camila Dafne Seren, con más de tres mil celulares peritados desde
2015, explicó que la utilización del sistema informático UFED Premium
puede ocasionalmente causar el bloqueo y el reseteo de un teléfono, pero
no el formateo. “Si puede que se produzca algún error como el de
WARNING de letras rojas” que apareció en la pantalla del aparato cuando
peritos de la Policía Federal intentaron acceder a él, sin la clave
(porque Sabag Montiel se negó a suministrarla).
Cuando la jueza le
preguntó si esa falla podía producirse de manera remota, la experta
respondió: “No. Resulta necesario que el equipo de comunicaciones se
encuentre conectado mediante cable de conexión a la herramienta
utilizada. No es posible usar la herramienta de WIFI. La conexión sí o
sí es con cable”.
Descartada la hipótesis del hackeo, ahora resta
determinar quién cometió el error y si puede ser reparado. Los peritos
coinciden en que hay posibilidades de recuperar todo el contenido del
aparato. Por otra parte, aclararon que sí se obtuvieron los datos de la
tarjeta SIM y de la de memoria, así como todo el contenido de una
computadora personal tipo laptop secuestrada en la casa en la que vivía
Sabag Montiel, en la localidad bonaerense de San Martín.