Temprano a la tarde cuando llegó el anuncio de su delicado estado de
salud, cientos de personas comenzaron a congregarse frente al Palacio de
Buckingham, donde siguieron atentas las novedades y, cuando la bandera
Union Jack en el Palacio se bajó a media asta, la multitud quedó inmóvil
y en estado de shock: la reina había muerto.Inmediatamente después, se
inició el plan conocido como «Operación Puente de Londres», un protocolo
secreto planeado hace años con los detalles sobre las primeras horas
tras anunciarse el fallecimiento.
El plan es solo uno de varios
estrictos procedimientos que se llevan a cabo cuando muere un miembro de
la familia real y del que se fueron filtrando fragmentos a lo largo de
los años.
El hijo y sucesor de la reina, el rey Carlos III, accedió
al trono inmediatamente en el santuario del castillo de Balmoral, tras
recibir el primer saludo de parte de la flamante primera ministra, Liz
Truss, a quien la reina le había encargado formar gobierno apenas dos
días antes en su condición de nueva líder del mayoritario Partido
Conservador.