Estados Unidos ha creado una red de satélites con sensores infrarrojos
para avistar la partida de Poseidón. El encendido de los motores produce
un fuerte calor. Como los satélites son ciegos en detectar las
profundidades del mar, no se sabe si el súper torpedo ruso, como se
sospecha, ha sido proyectado para emtitir poco calor y viajar
silenciosamente a más de cien kilómetros por hora bajo el agua.
Según
los rusos, Poseidón les devuelve la supremacía estratégica, en momentos
en que se agrava la guerra en Ucrania, con Moscú que se ha anexado
cuatro zonas “reincorporadas a la madre patria”.
Putin volvió a
reiterar que si es necesario Rusia se reserva el derecho de utilizar
bombas atómicas de bajo potencial en el conflicto.
Las bombas
nucleares llamadas “tácticas” son muy peligrosas porque significan un
paso en la escala a una guerra abierta entre Rusia y Estados Unidos y un
enfrentamiento entre las dos mayores superpotencias con armas nucleares
estrategias.
Una guerra donde no hay ganadores y se arriesga el extermino de los seres humanos en la esfera terrestre.
El
riesgo del estallido de una Tercera Guerra Mundial parece al menos tan
vecino como cuando se registró el choque entre Rusia y Estados Unidos
por las armas atómicas rusas instaladas en Cuba en 1962. Aquel incidente
terminó con un acuerdo entre el presidente John Kennedy y el líder ruso
Nikita Kruchev, que ordenó retirar los misiles de la isla a cambio de
la promesa norteamericana de no invadir Cuba.
Para algunos estrategas
la situación hoy es aún más grave que entonces: “Putin no es Kruschev”.
Hay en el teatro geopolítico una guerra declarada y Rusia amenaza con
usar bombas atómicas de baja potencia si no logra domar a los
ucranianos, que reciben armamento moderno de Occidente y están ganando
sobre el terreno.
Las anexiones legitimadas con referendos
cuestionados como farsescos hacen más difícil la situación porque Rusia
advierte que un ataque a las zonas anexadas en el este y sur de Ucrania
serán consideradas una invasión de territorio ruso y el uso de
armamentos modernos occidentales comprometerán a EEUU y los países
europeos.
La OTAN sostiene que hasta ahora el Belgorod no se ha
alejado del mar Blanco. La experimientación con el Poseidón se llevaría a
cabo en el área el Mar de Kara, siempre en el Ártico.
Según fuentes
de la OTAN citadas por “La Repubblica”, nunca hubo hasta ahora
lanzamientos del Poseidón desde el submarino Belgorod.
Al parecer
efectivamente no existen defensas para eliminar al Poseidón. El Experto
Horace Sutton “se trata de una categoría de arma completamente nueva que
obligará a cambiar la planificación de las marinas occidentales”.