La cuestionada presidenta peruana Dina Boluarte tiene este miércoles una
dura prueba cuando miles de personas se movilizarán en todo el país,
sobre todo Lima, para exigir la renuncia de una mandataria en cuya
gestión de cinco semanas hay ya medio centenar de muertos.
Policías y
militares se desplegaban para evitar en lo posible la llegada de
manifestantes a la capital, que podría convertirse en epicentro de
protestas que hasta ahora se desarrollan en el interior y, sobre todo,
en el históricamente relegado sur del país.
“Sabemos que quieren
tomar Lima por todo lo que está saliendo en las redes. Y los llamo a
tomar Lima, sí, pero en paz y en calma. Los espero en casa de Gobierno
para dialogar sobre las agendas sociales que tienen”, afirmó Boluarte,
una abogada quechuahablante nacida en el sur andino, pero que ha tenido
problemas de conexión con las bases.