A la vez, el índice de precios básicos al productor que mide la
evolución de los bienes de producción local escaló un 7,2% como
resultado de una suba del 11,1% en lo que se refiere a los productos
primarios y del 5,7% para los productos manufacturados y la energía
eléctrica.
El diferencial de un punto porcentual entre el IPIM y el
IPC implica una señal de alerta para la política anti inflacionaria del
gobierno que apuesta a reducir el IPC en un punto porcentual mensual por
bimestre para llevarla hasta el orden del 3% en el mes de marzo.
Sin
embargo, el índice de precios mayoristas, en general, resulta un
adelanto de la inflación futura toda vez que se trata de los valores con
los que los insumos llegan a la producción y los bienes a los
minoristas que, luego, para no perder rentabilidad podrían trasladar a
las góndolas donde se mide el IPC. Así las cosas, el dato que se conoció
hoy implica una amenaza de una posible reversión de la tendencia que
comenzó a verificarse desde julio cuando el IPC llegó al 7,4% para
comenzar un raid descendente hasta el mes de noviembre cuando tocó el
4,9% para volver a subir levemente hasta el 5,1% en diciembre. En lo que
se refiere al cierre del año los precios mayoristas crecieron un 94,8%
al igual que el IPC.
En el sector mayorista se registraron picos del
119,5% anual para los productos textiles y del 114,4% para el papel y
sus productos. Por encima del 100% se ubicaron también las impresiones y
productos de grabaciones (108,4%) y los productos refinados del
petróleo (103,7%).
A la vez el índice del costo de la construcción
que guarda fuerte injerencia en la actividad económica, en el mes de
diciembre escaló un 5,6% y coronó unas variación interanual del 97,6%.