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(Valores para mi País) con Horacio Rodríguez Larreta, en el marco de un 
intento del jefe de gobierno porteño de «pelearle» el voto de 
ultraderecha a Patricia Bullrich y Milei que incluyó, por ejemplo, la 
incorporación al gabinete también de Waldo Wolff. Pero ese Consejo, creado para evaluar y proponer políticas en la Ciudad
 con el aporte de las distintas organizaciones comunitarias, ya exhibe 
un claro perfil, en base a su nueva integración antiderechos y con una 
fuerte presencia evangelista.
«Estoy en la gestión de la Ciudad pero 
mi recorrido político y mi corazón están en la provincia de Buenos 
Aires”, declaró a la prensa Hotton, que obtuvo el 1,5% de los votos en 
las PASO del 2021. En septiembre había admitido acercamientos “con 
espacios afines con nuestra forma de pensar”. Mantuvo conversaciones con
 “parte del equipo de Javier Milei, lo mismo con gente del equipo de 
Patricia Bullrich, tenemos que ver cuáles van a ser las propuestas para 
salir de la crisis pero también de la grieta”. Al frente del Consejo, la
 diversidad de pensamientos e ideologías no parecería condecirse con ese
 deseo.
Los frutos del acuerdo político con Larreta la colocaron como
 titular de un espacio de articulación y diseño de políticas públicas 
para la ciudadanía porteña. En diálogo con Eduardo Feinmann, definió sus
 ejes de gestión: «Tenemos cinco ejes. El tema de la discapacidad y la 
inclusión con una mirada a la salida laboral. La adopción, el embarazo 
vulnerable y primera niñez y el tema de las adicciones que es una gran 
problemática dentro de los hogares». Su cargo en el Consejo Social, 
según anunció el propio mandatario, le permitirá a Hotton “tener una 
mayor interacción con ONGs, entidades religiosas, empresariales y 
fundaciones”. Así la definió: «representa a un sector muy importante de 
la sociedad que se identifica con la vida, la familia, la verdad y la 
justicia».
El consejo consultivo de organizaciones de la sociedad 
civil y del empresariado elegido por ella, será quien proponga al 
Ejecutivo porteño determinadas políticas acorde a sus criterios. ¿Cuáles
 son esas organizaciones y a qué se dedican? ¿Cuál es la agenda política
 que refleja su participación?
Un Consejo antiderechos
Más de 45 
organizaciones se unieron al Consejo consultivo de Hotton, según un 
comunicado oficial. Entre ellas se destacan la Red de Acompañamiento a 
la Mujer con Embarazo Vulnerable, representada por Susana Mobilia, que 
se creó en 2019 en oposición a la Ley del Aborto Voluntario y que, entre
 otros, promueve una línea telefónica gratuita que desinforma sobre los 
abortos. En octubre informaron que desde su constitución ya habían 
recibido 856 llamadas, 1088 casos surgidos por WhatsApp e incluso 
asistieron a 24 mujeres del extranjero que se contactaron a partir de 
las redes sociales.
Otra que figura es la Asociación Síndrome de Down
 de la República Argentina, por medio de su presidenta Rosa Inés Scioti,
 que durante el debate de la ley IVE difundió un comunicado en el que 
afirmaba que “la eliminación de restricciones al aborto deriva en 
prácticas eugenésicas en personas con Síndrome de Down”. Participa 
también Marisa Kulanezynsky en representación del Frente Nacional 
Provida y de la Comisión Federal Abogados Provida, quienes expusieron 
ante el Senado en contra de la ley IVE. La abogada Gabriela Micucci 
participa en representación del Observatorio Por la Vida y la Familia 
“Juan Pablo II”, creado por el partido Democracia Cristiana de Buenos 
Aires, que a todas luces se opuso a la ley del aborto.
Otra 
participación resaltada es la de las organizaciones nucleadas en la 
Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera) –férrea opositora a 
la ley IVE, a la Educación Sexual Integral y a los derechos de la 
comunidad LGBT– que tiene una representante directa: la pastora María 
Teresa Celli. Además, son parte del Consejo Social el pastor Diego Celli
 (esposo de María Teresa) por la Red Evangélica de Adicciones; Fernando 
Rimoldi, por Semillas de Esperanza; la pastora Graciela Jiménez, 
presidenta de la Asociación Mujeres por la Nación (red de asociaciones 
sociales cristianas) y Noelia Ferreira de Abrazo del Cielo Argentina, 
entidad que surge con la “misión de intervenir en la vida de bebés cuyos
 padres han decidido abortarlos sin importar las razones”.
El 
evangelismo, según datos del Conicet, creció de forma exponencial: en 
2008 representaba un 9% de la población y en 2019 pasó a ser de un 15,3 
por ciento. La creciente influencia de las iglesias evangélicas en la 
vida política se vio reflejada en diciembre pasado cuando Alberto 
Fernández recibió a representantes de Aciera en la Casa Rosada y 
funcionarios de su cartera participaron de los festejos de los 40 años 
de la entidad.
Una agenda «Pro vida»
“Tenemos claro que este 
trabajo en equipo va a lograr que seamos agentes de cambio para 
transformar juntos esas realidades que tanto nos preocupan y duelen. 
Siempre nuestra mirada y compromiso es con la vida, la familia”, declaró
 Hotton al asumir su cargo en la CABA. En conversación con Radio 
Rivadavia, añadió que trabajarán con embarazos vulnerables y primera 
niñez, adicciones, problemáticas de adultos mayores “no desde el 
asistencialismo sino abrir espacios para que puedan trabajar desde el 
voluntariado”.
Si bien durante 2021 había expresado que “si se 
pudieran dar las condiciones de ver que hay mayoría, por supuesto que se
 intentaría revertir la ley del aborto. Trabajaría muchísimo en ver qué 
proyectos de ley pueden ser aprobados”, en nuevas declaraciones se 
mostró cautelosa: “en nuestro espacio, por supuesto, siempre decimos que
 estamos a favor de la vida en todas las instancias pero hay momentos 
para dar los debates”. Y prosiguió: “hay un contexto, en este momento no
 hay debates sino que hay una ley. Cuando se votó el aborto también se 
votó la ley de contención para la mujer y la primera infancia y vamos 
porque esa ley se implemente”.

