Respaldo internacional a Cristina: qué dijeron los líderes regionales que cuestionan la persecución política contra CFK El evento organizado por el Grupo de Puebla en apoyo a Cristina, en el marco del III Foro Mundial de Derechos Humanos, contó con la presencia de los expresidentes Evo Morales y Rafael Correa. Por: Gimena Fuertes @gimenafuertes El operativo clamor tuvo un nuevo capítulo en el majestuoso en salón central del Centro Cultural Kirchner. En la Ballena, rodeada de líderes de Iberoamérica, la vicepresidenta Cristina Fernández dijo: «Hay que construir una país como el que tuvimos y se puede hacer porque una vez lo hicimos”. El público cantaba una y otra vez “Cristina presidenta”. Ella sonreía y dejaba hacer.
CFK no centró esta vez su discurso sobre la causa judicial que pesa
sobre ella, ya que los demás oradores lo habían hecho, sino que recordó
los logros de su gobierno, destacó el rol del Estado para luchar contra
el narcotráfico y llamó a cambiar el sistema financiero. En el segundo
día del Encuentro del Grupo de Puebla, en el marco del III Foro Mundial
de Derechos Humanos, la vicepresidenta explicó, con tono pedagógico, las
maniobras del Poder Judicial que la sentenció a no poder ejercer nunca
más un cargo público. También destacó uno por uno los logros de su
gobierno y el de Néstor Kirchner. En primera fila la escuchaban el
gobernador bonaerense, Axel Kicillof, aplaudido al entrar; el ministro
de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro; el de Defensa, Jorge Taiana; los
senadores Oscar Parrilli y Juliana Di Tullio. También estaban el
ministro de Justicia, Martín Soria, y su vice, Juan Martín Mena, el
titular de la AFIP, Carlos Castagnetto, y los ministros provinciales
Walter Correa y Estela Díaz, que agitaba el cantito por la libertad de
Milagro Sala. También se veía a los intendentes Fernando Espinoza, de La
Matanza, Federico Achával, de Pilar, Mario Secco, de Ensenada, Mayra
Mendoza, de Quilmes, y Juan Uztarroz, de Mercedes.
La precedió un
panel integrado por el expresidente de Ecuador Rafael Correa, el jurista
Baltazar Garzón, que luego también compartieron escenario con ella,
junto con el expresidente de Colombia, Ernesto Samper, y el diputado
nacional del Frente de Todos, que hizo de presentador, Eduardo Valdez,
quien sacó la cuenta de causas las judiciales contra Cristina: 654 en
total. “Perón tuvo 123”, recordó. El encuentro fue excusa para presentar
el libro “Objetivo: Cristina. El lawfare contra la democracia en
Argentina”,
El exjuez Garzón recordó que los Kirchner lo alojaron en
Argentina cuando España lo persiguió por investigar los crímenes del
franquismo. Y definió el lawfare como ninguno: “Cuando el poder judicial
se convierte en partido judicial se convierte en actor político, pero
no igual al resto sino que opera con el monopolio de la violencia del
Estado contra sus oponentes políticos . Ya no son garantes de la
democracia sino quienes la atacan. Eso es lawfaare. Es la
instrumentación del derecho que subvierte el sistema democrático”,
sentenció.
Correa, por su parte, rechazó el accionar del gobierno de
Guillermo Lasso en su país, quien acaba de echar al embajador
argentino, Gabriel Fucks. Contó que la sentencia por la que lo acusaron y
no lo dejan entrar a Ecuador tiene 800 páginas para justificar “el
influjo psíquico, ni siquiera soborno” por el que lo condenaron, en una
causa que involucra cuadernos con escritos acusatorios adulterados. El
expresidente explicó su caso con un power point y logró el aplauso del
público de pie.
A su turno Evo Morales agradeció que el gobierno
argentino le salvó la vida y llamó a organizarse para defender los
recursos naturales como el litio.
El exjefe del gobierno español
José Luis Rodríguez Zapatero contó que el intento de asesinato de
Cristina, que se produjo el 1 de septiembre del año pasado, lo había
afectado. “Me afectó por la Argentina que la violencia política volviera
a aparecer en un país que tanto luchó por una democracia”. “Estuve unos
días muy asustado porque los Kirchner forman parte de mi sentimiento
político”, dijo.
Entre las filas de asientos había jóvenes con
remeras con la leyenda “organización” que vigilaban y miraban para todos
lados. En las pantallas de fondo mostraban gráficos de gorras militares
detrás de un martillo de juez.
Como sus antecesores se encargaron
de explicar la persecución a los líderes populares por parte del poder
judicial, la vicepresidenta se centró en la economía y los modelos de
país. “Soy hija de la argentina de la movilidad social ascendente, hija
de trabajadores que accedía a la universidad y a la presidencia de un
país. Somos hijos de ese modelo. En 1976 se quebró esa argentina de
producción y trabajo, que si estudiabas y laburabas te iba a ir bien”,
recordó. “Disculpen que hable tanto de economía, pero es lo que hace
sufrir a la gente”, dijo.
Hacia el final explicó que el lawfare es
una herramienta para “disciplinar movimiento popular” y preguntó quién
se va animar. “Vos Cristina”, le gritaron varias voces femeninas desde
el público. Y ella dijo que no, que “esto no es tarea de una persona
sino tarea de una sociedad”. “No sé si va a tardar uno, dos o 20 años,
pero la verdad sale a flote”, remarcó. Y llamó a luchar porque sostuvo
que van a “venir por recursos naturales”. “Si me van a meter presa no me
importa sino que volvamos a reconstruir un estado democrático y
constitucional. Hay que construir una país como el que tuvimos y se
puede hacer porque una vez lo hicimos”.