Gentilezas que quedan como hecho de color tras una reunión en la que el
ministro cosechó apoyos económicos y políticos de peso de parte de
China: antes de la entrega formal de la albiceleste, Massa y el titular
del BCRA, Miguel Pesce, rubricaron la ampliación del dinero utilizable
del swap con China y, además, se llevaron de allí la voluntad de los
asiáticos de que Argentina sea miembro ya no del Banco de los Brics,
sino directamente del club selecto de países que hoy integran China,
Brasil, Rusia, Sudáfrica y La India. Tras la rúbrica del pacto, el BCRA
tendrá ahora 130 mil millones de yuanes o el equivalente en dólares,
que a la cotización de hoy serían unos 19 mil millones de dólares
totales por un plazo de tres años. En paralelo, y aquí la novedad más
importante, se duplicó el monto utilizable del swap: pasó de los 5000
millones actuales a otros 5000 millones extra. Esos 10 mil millones que
Massa tiene en el bolsillo, tiene una tasa más baja que la del acuerdo
con el Fondo Monetario (FMI) pero también cuentan con un asterisco: sólo
se activará el segundo tramo de 5000 millones cuando entren en uso los
primeros, algo que todavía no ocurrió. De todos modos, para un país con
un serio problema de divisas, esos 10 mil millones son de suma
importancia.
"La estabilidad macro es importante"
"La estabilidad
macro es muy importante", dijo Massa en esa reunión, según reconstruyó
Página I12. Estuvieron además presentes el embajador argentino en Pekín,
Sabino Vaca Narvaja, y el secretario de Asuntos Económicos y
Financieros Internacionales, Marco Lavagna. El primer acuerdo entre
ambos bancos centrales fue establecido en el año 2009. En 2014 fue
firmado un segundo acuerdo, que fue renovado en 2017 y complementado a
fines de 2018 con un acuerdo suplementario. En agosto de 2020 se firmó
el acuerdo que ahora se renueva.
En este contexto, Massa aclaró a
varios curiosos que más allá de los avatares de la negociación con el
FMI, que parece ser más dura que con otros multilaterales, el acuerdo
swap con los chinos estaba atado, también, a arreglar con la entidad que
conduce Kristalina Georgieva, algo que parece estar encaminado (ver
aparte). Para el ministro es de suma relevancia llegar a las elecciones
con estabilidad, y ambos frentes son imprescindibles para lograrlo.
China juega en todos los frentes
Tanto
el titular del Banco Popular como el ministro de Finanzas chino, Li
Chunlin, le expresaron a Massa la voluntad de apoyar a Argentina con
fondos y políticamente, más allá de los acuerdos que el país tenga con
otros socios. Ambos dirigentes del partido sorprendieron cuando le
aseguraron que China banca y quiere el ingreso de Argentina al bloque de
países BRICS. En las últimas horas, ya habían dado una señal cuando la
titular del Banco Nacional de los BRICS, Dilma Rousseff, avisó que en
agosto, en la reunión de organismo en Sudáfrica, se tratará el ingreso
de Argentina a ese banco. El gesto no fue menor porque hay 37 países que
pidieron lo que Argentina parece tener entre manos. Pero ahora los
altos mandos chinos fueron un paso más allá y bancarán el ingreso del
país a los BRICS. Desde lo político, Argentina ya tiene el visto bueno
de China, Brasil y Rusia, y estiman que falta el respaldo de La India,
otro de los que tallan fuerte en ese polo. De todos modos, la conclusión
a la que llegan desde Hacienda es que con la posibilidad más que cierta
de entrar al banco BRICS, ya está cumplido el 70 por ciento de la tarea
de entrar definitivamente al bloque de países.