Propuso eliminar la asistencia implementando un programa que ya despierta polémica. Bullrich quiere reemplazar los planes sociales por un “servicio civil obligatorio” Ante empresarios, avisó que si es presidenta sacará la ayuda el día uno, dará un seguro de desempleo por 6 meses y para el que no acepte, habrá un entrenamiento con la gendarmería. Por Leandro Renou (Fuente: Enrique García Medina) La precandidata a presidenta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, parece ir de polémica en polémica en un loop interminable. Luego del episodio en el que rememoró al gobierno de la Alianza avisando que podría hacer un blindaje si ganara las elecciones, volvió a incurrir en terreno pantanoso con una propuesta para eliminar los planes sociales y dejar a los beneficiarios que se nieguen a perder la asistencia dentro de un sistema de “servicio civil obligatorio”, en el que estaría vinculada la Gendarmería.
Según supo Página12, hace algo más de una semana, la idea la volcó la
propia Bullrich en una reunión que mantuvo con uno grupo de empresarios
en el Hotel Palladio, locación que utiliza hace tiempo como bunker de
reuniones para recaudar fondos para la campaña. Ese día, llegaron hasta
el lugar, ubicado muy cerca del Ministerio de Educación, en el barrio de
Recoleta, un puñado de ceos vinculados a las economías regionales.
“Recién vengo de un viaje, pero acá estoy, charlemos”, explicó mientras
se sentaba, esta vez, sola, sin ninguno de sus laderos en temas
económicos.
Uno de los empresarios, productor frutícola del interior,
le dijo que estaba de acuerdo en muchas de sus propuestas, pero le
planteó una inquietud. Le explicó que muchos productores de la actividad
precisan contratar trabajadores golondrina en momentos determinados,
como la cosecha, y como muchos de ellos son asistidos por planes
sociales, en algunas provincias hay normativas que no permiten
contratarlos. Más allá de la certeza de que esos trabajos se pagan con
salarios basura y sin ningún tipo de registro, el empresario le pidió a
Bullrich una solución de fondo. La respuesta que obtuvo lo sorprendió a
él y a buena parte de los presentes. “Por eso no te hagas problema, si
soy presidenta, ya el día uno elimino todos los planes sociales”, dijo
la titular del PRO. Y agregó que “una vez que eso se haga, vamos a
disponer para esa gente un seguro de desempleo por seis meses, es decir,
van a recibir una ayuda por seis meses como transición”. El empresario,
curioso y al ver que no le daba solución al problema, fue un paso más
allá y preguntó: “Y el que no acepta quedar sin plan y tampoco el
seguro, ¿qué hace? Allí fue que Bullrich aseguró que “el que no quiera
cambiar, va a hacer un servicio civil obligatorio”, en el que a priori
intervendrá la Gendarmería Nacional, una fuerza con la dirigente tiene
una visible simpatía.
"La sociedad me lo está pidiendo" El
empresario, sorprendido y no precisamente por ser un abanderado de los
derechos laborales, buscaba en realidad una salida del estilo beneficio
fiscal o subsidio estatal para la contratación, pero se encontró con una
propuesta extrema. “Eso va a generar un lio bárbaro, Patricia, un caos
social y conflicto con los organismos de derechos humanos”, sugirió el
ceo, de manera atinada. “Es lo que la sociedad me está pidiendo”, le
replicó con dureza Bullrich, y agregó que “precisamos un ser humano
civilizado”. En medio de la conversación, la pre candidata que disputa
la interna de Juntos por el Cambio con el alcalde porteño, Horacio
Rodríguez Larreta, aclaró que no era un invento nuevo, sino algo que ya
tenía en la cabeza hacía tiempo. El dato que dio en esa reunión es que,
hacia el final del gobierno de Mauricio Macri, ella misma fue la que le
planteó al ex presidente hacer una prueba piloto de ese tema. Siempre
según los dichos de Bullrich, esa prueba tenía por objeto entrenar a 200
personas con planes sociales, dándole a la Gendarmería la potestad de
hacer el “entrenamiento”, que tendría una compensación económica. La
titular del PRO no aclaró si, en aquel entonces, Macri aceptó hacerlo o
al menos aceptó esa prueba.
La deriva económica de "La Piba"
Hace
varias semanas, Bullrich viene en un raid de promesas polémicas y una
seria confusión de conceptos, por lo cual muchos de sus economistas le
recomendaron no incursionar públicamente en temas económicos. Lo del
blindaje, que ella misma sugirió se daría para abrir el cepo cambiario
desde el día uno y fondear las reservas del Banco Central con un nuevo
acuerdo con el FMI, fue la última de las perlas del error. No sólo
porque ella fue parte del gobierno de la Alianza que tomó esa decisión,
sino también porque Mauricio Macri, su jefe político, fue el que puso al
organismo de nuevo en el país, condicionando la gestión de los
gobiernos que vinieron y vendrán después de él. Antes de eso, en una
entrevista televisiva, Bullrich se refirió a la “deflación” cuando, en
realidad, quería hablar de “estanflación”, dos términos claramente
opuestos.
El aviso de un posible servicio civil obligatorio fue el
más extremo de los planteos, que ya eran bastante extremos. En reuniones
previas en el Hotel Palladio, donde suele hacer almuerzos pagos con
empresarios, ya había expresado que gobernará sin negociar con los
sindicatos, con los movimientos sociales y sectores políticos de la
oposición. Esta postura llevó, incluso, a acelerar la disputa en la
interna con Larreta, que busca correrse de los extremos tan marcados. En
los últimos días, varios de sus asesores le pidieron a Patricia moderar
el mensaje, algo que parece verse en su último spot de campaña. Pero
cuentan sus íntimos que es reacia a recibir órdenes y, sobre todo,
sostiene que la sociedad reclama un cambio, con órden y más dureza.