 
		
 La reapertura de dos causas contra Cristina Kirchner para la 
realización de los juicios orales busca irrumpir con el mismo circo que 
hicieron en la de Obras Públicas, donde la condenaron sólo por 
conjeturas. Las dos causas habían sido cerradas por falta de pruebas. 
Los camaristas confirmaron así lo que había previsto la expresidenta y 
lo que vienen anunciando los medios macristas. La persecución judicial a
 Cristina Kirchner forma parte de la agenda electoral de Juntos por el 
Cambio. Es otro hito en una campaña a toda vela, como el escopetazo de 
Agustín Rossi: “¿De qué trabajás, Villarruel?”, le disparó a quemarropa a
 la candidata a vice de Javier Milei, en un duelo que opacó a los demás 
candidatos que debatieron. Hasta que cumplió 46 años y entró como 
diputada, a Villarruel no se le conoce ningún trabajo anterior. Una 
persona cuyo primer trabajo, a los 46 años, ha sido como política 
rentada encabeza las críticas a la “casta política”.  Es difícil saber 
hasta qué punto los debates de los candidatos tienen efecto. Los que 
están más politizados no cambian. Y los menos politizados están poco 
enterados. Pero si realmente tienen impacto, el debate de los candidatos
 a vice demostró la pobreza de propuestas de Luis Petri, el candidato de
 Patricia Bullrich, y de Villarruel, la compañera de fórmula de Milei. 
Petri no pudo explicar bien ninguna propuesta concreta de seguridad y 
Villarruel quedó atrapada en el tema que la llevó a la política, que es 
la defensa de la dictadura, en la que participaron su padre y su tío. 
Rossi, en su papel de candidato a vice de Massa se movió con más 
comodidad en un escenario que por lo general no favorece a los 
oficialismos. Los ataques de Petri y Villarruel fueron obvios y 
esperados, y Rossi retrucó doblando la apuesta. Rossi se mostró enojado 
cuando Villarruel a los gritos no lo dejó hablar como estrategia para no
 responder la pregunta incómoda sobre su trabajo. En vez de presentar 
propuestas, la oposición se plantó en las críticas sabidas al 
kirchnerismo. Rossi pudo manejar con facilidad esos ataques, aunque en 
algún momento se dejó llevar por la bronca, y al mismo tiempo fue más 
propositivo.
La batería de Massa
La performance de Rossi estuvo 
asentada en la hiperactividad de Massa, que en menos de una semana pasó a
 la ofensiva con una poderosa batería de medidas que, en rigor, tendrían
 que haber sido aplicadas a lo largo de este gobierno sin especular con 
el disgusto del Fondo Monetario Internacional. O se enoja el Fondo, o se
 enoja el pueblo. Es la disyuntiva eterna. Quedó claro en las elecciones
 de medio término en las que se expresó el malestar en la sociedad. La 
derecha no se hace problema: resuelve esta ecuación a favor del Fondo y 
con represión al pueblo. Forma parte de su programa y no lo oculta. La 
quita del IVA por decreto, los aumentos de suma fija a trabajadores, 
jubilados y pensionados, el alivio a los trabajadores que ya no pagarán 
impuesto a las ganancias, la eliminación de las retenciones a economías 
regionales y otras medidas configuran un paquete que no tiene el visto 
bueno del FMI, pero es lo que se espera de un gobierno popular. En el 
caso de Massa, la eliminación del impuesto a las ganancias ha sido 
siempre uno de sus caballitos de batalla.
Memoria, Verdad y Justicia, ejemplo universal
Después
 de una semana de debatir el rechazo cavernícola del mileísmo a los 
derechos humanos, como si la Argentina hubiera retrocedido al milenio 
pasado, la UNESCO declaró Patrimonio Cultural de la Humanidad al sitio 
de la memoria de la ex ESMA. No tiene sentido que se vuelva a discutir 
la negación de las atrocidades de la dictadura, como proponen Milei y su
 candidata a vice, cuando el país es tomado como ejemplo por las 
políticas de memoria, verdad y justicia que constituyeron el factor más 
enriquecedor de la transición democrática en el país.
La decisión de 
Naciones Unidas con esta declaración poco común, ya que está restringida
 a unos pocos lugares en el planeta, puso las cosas en su lugar. Los 
trolls que festejaban a Villarruel y Milei en las redes comieron la 
torta antes de tiempo, lo cual suele ser peligroso en la política.
En
 el plano internacional, no han sido los únicos problemas de los falsos 
libertarios. En su discurso del martes en la asamblea general de la ONU,
 el presidente de Brasil, Lula Da Silva advirtió sobre las amenazas 
extremistas que surgen sobre las ruinas que dejan los proyectos 
neoliberales. Lula se refirió a Jair Bolsonaro y de Donald Trump. Pero 
en el diálogo posterior que mantuvo con el presidente estadounidense, 
Joe Biden, expresó la preocupación que hay en Brasil de que en Argentina
 asuma un gobierno de este tipo.
En el Congreso, Milei respaldó el 
proyecto para que los trabajadores no paguen impuesto a las ganancias y 
cuatro miembros del bloque de Juntos por el Cambio rompieron la decisión
 de no dar quorum. El macrismo priorizó frenar la ofensiva política de 
Massa y se dispuso a evitar su aprobación, a pesar de que en la campaña 
del 2015 el proyecto formó parte de la campaña de Mauricio Macri. Puso 
la política por encima de un reclamo sentido por la sociedad.
En esa 
misma disyuntiva Milei se vio obligado a votar a favor. De una u otra 
forma, la propuesta de Massa marcó la agenda del debate y arrebató la 
iniciativa a los otros candidatos. El radicalismo, que ha logrado ganar 
en el Chaco, Chubut y Santa Fe y gobierna Mendoza, Corrientes y Jujuy, 
tomó nota de la caída de Patricia Bullrich en las encuestas y empezó a 
cuestionar la hegemonía del PRO en Juntos por el Cambio. Antes de esos 
números que colocan a Juntos por el Cambio como tercero —fuera del 
balotaje-- el radicalismo había sido muy dócil con Mauricio Macri. Habrá
 más expresiones de rebeldía en el radicalismo, como la que permitió la 
modificación del impuesto a las ganancias,
Muy golpeado por la 
interna con Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta partió a Estados Unidos y
 se desentendió de la campaña. En su entorno consideran que se les dio 
muy poco espacio en el armado y la única participación relevante fue 
acompañando a Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires.
La 
fragilidad de Juntos por el Cambio fue advertida por Macri, que puso 
huevos en las dos canastas derechistas, lo que desconcertó a sus 
seguidores y obligó al ex presidente a expresar a desgano su respaldo a 
Bullrich. La sensación más extendida es que la alianza conservadora 
estallará si no entra al balotaje, como cantan las encuestas. Aunque 
Milei cosecha también votos que vienen del peronismo, cada punto que 
sube, es un punto que baja Patricia Bullrich.
La disputa es cada vez 
más entre Milei y Massa, aunque Milei bombardea a Juntos por el Cambio 
porque de allí se alimenta. La batería distributiva de Massa marcó 
agenda, le hizo ganar unos puntos e instaló en forma contundente su 
candidatura. Con esa hiperactividad logró romper la imagen de quietismo y
 crecer punto a punto. Espera crecer más a medida que los beneficios de 
estas medidas lleguen a la gente. Massa se impuso primero pasar el 
balotaje, y luego será otra batalla, otra campaña.   

