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origen de sus padres, cómo debieron escaparse de la Segunda Guerra 
Mundial y su infancia en San Martín, el candidato apostó por mostrarse 
como un par ante los presentes, advirtiendo que él no viene de una 
familia política sino que es “hijo de la clase media argentina.” Además,
 y continuando con esta apertura, contó que a los seis años descubrió 
que quería ser presidente de la Nación. Anécdota nada cuestionable si se
 tiene en cuenta la carrera política que el candidato trazó desde tan 
corta edad.
Apostando por diferenciarse de sus rivales, quienes 
apuestan por denigrar constantemente al país, Massa sostuvo: “Tuve la 
suerte de poder recorrer muchos países y saber qué piensan y qué quieren
 los demás de nosotros. Y entendí que ese país maravilloso que somos, 
que tiene los alimentos, los minerales, la energía, el talento y la 
capacidad intelectual de nuestra gente, cosas que otros no tienen, nos 
hacen distintos, distintos para bien.” En esta línea reconoció que le 
«enoja mucho que digan que Argentina es un país de mierda”. En 
contrapunto, el ministro sostuvo: «Somos un país maravilloso que tiene 
que ponerse de acuerdo.”
Metiéndose de lleno en las propuestas, el 
ministro sostuvo que promoverá “el trabajo y ayudar a aquellos que están
 en la economía popular o en el trabajo informal porque el Estado los 
abandonó. Tenemos que mejorar salarios y el poder de compra de la gente,
 que perdimos sistemáticamente porque el estado no tuvo lugar firme y 
presente en la puja distributiva”, sostuvo, haciendo una notable 
autocrítica ante la situación económica y social que dejará el gobierno 
de Alberto Fernández el 10 de diciembre.
Además, con un notable guiño
 a los empresarios, el ministro sostuvo que el próximo gobierno tiene 
que animarse a un sistema tributario más progresivo y que permita 
establecer un blanqueo. “Necesitamos una economía en blanco para todos 
y, a medida que vamos blanqueando, vamos disminuir el peso de los 
impuestos en la actividad económica, en la vida y en los precios de la 
gente”, prometió.
Continuando con la línea de polarizar con las 
propuestas de Patricia Bullrich y, en especial, de Javier Milei, el 
dirigente se metió de lleno en la disputa por la coparticipacipón y 
además de volver a cuestionar la propuesta del libertario de quitar esta
 distribución, sostuvo que en el resto del país se encuentra “gran parte
 del futuro de Argentina.” 

