Los israelíes tenían motivos para buscar a Zouari: era conocido
públicamente como un fabricante de drones armados para el grupo
terrorista Hamas. En el momento de su muerte, Zouari, que había recibido
entrenamiento en Irán, estaba terminando su obra maestra, un dron
submarino que podía cargar explosivos para atacar plataformas
petroleras, instalaciones portuarias y buques en el mar.
El asesinato
terminó con la carrera del fabricante de armas de Hamas, pero su
invento sobrevivió, o al menos su diseño. En 2021, las fuerzas israelíes
detectaron y destruyeron un dron submarino similar cuando Hamas intentó
lanzar el artefacto desde una playa de Gaza. Los expertos militares
dicen que es altamente probable que Hamas tenga otras unidades iguales
dentro de arsenales escondidos, que también podrían incluir armas
avanzadas en cuya fabricación Hamas habría trabajado durante años.
Cuanto más escale la guerra en Gaza, más chances hay de que Hamas salga
con alguna sorpresa letal, advierten analistas que estudian las
capacidades del grupo militar. Al día siguiente del ataque terrorista
contra Israel del 7 de octubre que Hamas denominó Operación Inundación
de Al-Aqsa, el grupo terrorista anunció que había usado 35 drones
autodetonantes, todos ellos basados en los diseños de Zouari.
También
se cree que los fabricantes de armas del grupo adquirieron tecnología
para un conjunto de armas nuevas, desde potentes minas y bombas
plantadas al borde del camino hasta municiones guiadas de precisión.
Algunas fueron desarrolladas por los ingenieros de Hamas fuera de Gaza,
en la mayoría de los casos, con asistencia técnica de Irán. La mayor
parte de las armas usadas el 7 de octubre ya eran conocidas. Pero los
expertos temen que en sus reservas Hamas posea un arsenal de tecnología
más avanzada y que sus líderes prefieran desplegarlo como respuesta a lo
que consideran un previsible ataque terrestre israelí en respuesta a la
incursión del 7 de octubre.Una de las conjeturas más extendidas es que
Hamas tendría drones submarinos. “Es bastante probable que Hamas tenga
capacidades militares que todavía no hemos visto, pero que posiblemente
veamos en el futuro”, dice Fabian Hinz, experto en misiles y analista de
defensa en el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un
think tank británico. Si Hamas siguiera la misma estrategia de su aliado
Hezbollah, el grupo militante con apoyo iraní que combatió contra
Israel en 2006, podría dejar avanzar a las fuerzas israelíes y luego
atacar de manera inesperada, tal vez contra objetivos alejados de la
primera línea. “La idea es llegar a una escalada mayor y ahí sacar el
conejo de la galera”, dice Hinz.
Misiles antibuque En la Guerra del
Líbano de 2006, la nueva capacidad militar sorpresa de Hezbollah fue el
misil antibuque. Los servicios de inteligencia israelíes recién tuvieron
evidencias de que Hezbollah era capaz de atacar los buques navales
frente a la costa el 12 de julio de ese año, cuando en las primeras
horas de un combate intenso, un misil de Hezbollah averió la corbeta INS
Hanit, el buque insignia de la Marina de Israel, y mató a cuatro
tripulantes.
Según Hinz y otros analistas, si Hamas planifica una
sorpresa similar, podría ser un dron submarino parecido al que Zouari
desarrolló hace más de siete años. O podría ser un gran misil equipado
con un sistema guiado de precisión que permitiría atacar infraestructura
vital o bases militares a muchos kilómetros de distancia. Hasta ahora,
los miles de cohetes y misiles lanzados hacia Israel carecieron de
sistemas de teledirección sofisticados, aunque muchos expertos creen que
el grupo terrorista adquirió tecnología esencial de Irán o de
Hezbollah. Las tropas y los vehículos terrestres israelíes podrían
toparse con variaciones más poderosas de bombas letales plantadas al
borde del camino que los grupos respaldados por Irán perfeccionan desde
hace casi dos décadas. A principios de este año, se filtraron informes
de la inteligencia norteamericana que señalaban que expertos iraníes
estaban entrenando a milicias en Siria para fabricar bombas capaces de
perforar el blindaje de acero de un tanque a 120 kilómetros de
distancia. v“Israel invirtió en blindados pesados para sus vehículos,
pero una bomba de 250 ó 450 kilos enterrada en el camino es capaz de
voltear a un vehículo blindado o de despegar a un tanque del suelo”,
dice Michael Eisenstadt, director de estudios militares y de seguridad
del Instituto de Política de Medio Oriente, con sede en Washington. “Por
no hablar del impacto de la ola expansiva en los tripulantes, por más
que sobrevivan”.
Armas actualizadas
La potente bomba descrita en
los informes de inteligencia estadounidense era un proyectil penetrante
formado por explosión (EPF, según sus siglas en inglés), una versión más
potente de los artefactos explosivos improvisados utilizados durante la
ocupación de Irak por los insurgentes apoyados por Irán en decenas de
ataques letales contra convoyes militares estadounidenses. Gracias a la
tecnología iraní, Hamas construyó fábricas clandestinas capaces de
producir misiles y drones a escala masiva. Los componentes claves, como
los explosivos y los circuitos electrónicos, entran al enclave por
contrabando a través de túneles o llegan hasta la costa de Gaza en
barco, dicen funcionarios israelíes y estadounidenses. Contrabandear
objetos relativamente grandes como misiles es difícil, pero los
componentes necesarios para convertir cohetes “tontos” en armas guiadas
de precisión son pequeños, dice Hinz, uno de los varios analistas que
estiman que Hamas probablemente posee esas armas. “Ni siquiera se
necesita una mochila para contrabandear los componentes. Caben en una
bolsita.” Construir un dron submarino es un desafío mayor, pero en
materia de tecnología, Hamas ha dado muestras de estar a la altura de la
tarea. El diseño básico fue elaborado hace años por Zouari, el
ingeniero aeroespacial que trabajó para construir el prototipo para
Hamas dentro de Gaza antes de regresar a su ciudad natal de Sfax, en la
costa tunecina. En 2021, tras descubrir un dron submarino de Hamas, las
fuerzas israelíes confirmaron que el proyecto había continuado. El
artefacto, destruido por un avión de guerra israelí durante su
lanzamiento desde una playa de Gaza, era capaz de cargar cerca de 30
kilos de altos explosivos. Esos descubrimientos generaron dudas en
algunos israelíes que estaban convencidos de que su superioridad
tecnológica los mantendría a salvo. Las primeras investigaciones de las
fallas de la inteligencia israelí en el ataque del 7 de octubre sugieren
que los israelíes estaban sumidos en una falsa sensación de seguridad
al creer que la amenaza de Hamas estaba contenida gracias a una compleja
red defensiva que incluía muros fronterizos, sensores electrónicos y
sistemas antimisiles como el de Cúpula de Hierro. Sin embargo, Hamas
tomó por sorpresa a los tan vanagloriados servicios de defensa y
militares de Israel.
“Esta es la guerra asimétrica del siglo XXI”,
dice Lenny Ben-David, exsubjefe de misión de la embajada de Israel en
Washington y autor de numerosos informes sobre Hamas y sus capacidades
militares. “Lo que ahora sabemos es que seguiremos de sorpresa en
sorpresa”.
Joby Warrick
Traducción de Ignacio Mackinze
Washington Post