El ministro-candidato puso especial foco en la reacia Córdoba, donde
obtuvo sólo el 13% de los votos, y apuntó a construir lazos con un
peronismo reactivo a los extranjeros bonaerenses. Después de un intenso
trabajo de campo, llamadas entre viejos conocidos y la reivindicación
del peronismo provincial, desde el círculo del tigrense advierten que la
sequía electoral que impactó a la provincia mediterránea se está
recuperando gracias al goteo.
Este jueves, el presidente del bloque
de concejales de Hacemos por Córdoba, Marcos Vázquez, dio a conocer que
apoyará a Massa de cara a la segunda vuelta electoral. “Declaro mi
acompañamiento a las propuestas de Sergio Massa, que van en favor de una
Argentina con más producción con la baja en las retenciones al agro;
con eliminación del impuesto a las ganancias que tanto ahogaba a los
trabajadores; donde, por ideología y por principios humanitarios, está a
favor de más Estado y tanto mercado como sea posible”, sostuvo el
dirigente en una entrevista gráfica.
Minutos más tarde, a través de
su cuenta de Twitter, el secretario de Participación Ciudadana de la
ciudad de Córdoba, Juan Domingo Viola, abandonó la neutralidad que reinó
en los altos mandos de funcionarios y advirtió que “apoyar a Milei es
reabrir discusiones que Argentina, con 40 años de democracia
ininterrumpida ya tiene saldadas.” De esta forma, el dirigente convocó
sin rodeos a los cordobeses a votar a Sergio Massa: “lo hago convencido,
porque el voto de Córdoba define esta elección y están en juego la
Democracia y el futuro de la Patria”, lanzó.
Juan Schiaretti- Los
apoyos, que se sucedieron no casualmente el mismo día, provienen de dos
dirigentes que forman parte del seno íntimo de Martín Llaryora. Ambos
comparten una larga trayectoria de militancia con el gobernador electo
quien, a pesar de aún mantener la neutralidad obligada que dispuso Juan
Schiaretti, dio los primeros indicios de rebeldía para con su padre
político.
Como ya anticipó Tiempo esta semana, este mercado de pases
se da en medio de los preparativos del gobernador saliente para ejecutar
su último gran golpe: brindar su apoyo a Javier Milei de cara al
ballotage.
La cadena de apoyos a Massa en Córdoba
El massismo
festeja. Sabe que las declaraciones de los funcionarios cordobeses no
provienen de ovejas descarriadas sino de un reconocimiento tardío de
parte del nuevo gobernador frente al peligro que supone para la
provincia la eventual presidencia de Javier Milei. Alentando el desgaste
del viejo caudillo y entusiasmados con la potencia del heredero, los
armadores del ministro entienden que este será el primer eslabón de una
larga cadena de apoyos que podrían sucederse en los días que restan
hasta la segunda vuelta. Aunque aún no se atreven a dar por hecho un
acercamiento explícito de Llaryora, tampoco descartan que éste se
pronuncie pocas horas antes de la elección. Apostando a reconstruir el
complicado resultado del pasado 22 de octubre, desde el centro de
operaciones de Unión por la Patria esperan que estas alianzas logren
concretar un escenario de 35% en la segunda provincia con mayor cantidad
de electores. “Los actos de Sergio en Córdoba estuvieron colmados de
gente que no es militante, sino que vino a escuchar qué tenemos para
decir”, dicen entusiasmados desde el círculo del ministro ante la gran
convocatoria que, rezan, se conviertan en votos reales. Estos apoyos se
suman a los ya anunciados días atrás por el intendente de Alta Gracia,
Marcos Torres; la legisladora Nadia Fernández, la directora del PAMI,
Olga Riutort, entre otros dirigentes que decidieron recomponer las
relaciones con el peronismo tradicional. En la continuidad de sus
recorridas, este jueves el ministro incorporó a la hija del
cordobesismo, Natalia de la Sota, a la presentación del Plan integral de
promoción y desarrollo del turismo internacional en Misiones. La
diputada e hija del ex gobernador fue la primera en anunciar su apoyo al
tigrense y prometió mover el arsenal político de su padre para evitar
el triunfo de Milei el próximo 19 de noviembre.