Algunos de los músicos de la orquesta se fueron sumando al improvisado
coro, incluso entonaron unos compases de la marcha peronista. Así, el
entreacto de Madame Butterfly, la ópera de Giaccomo Puccini, se fue
extendiendo más de lo previsto. El cántico no se lanzaba hacia la nada
sino precisamente estaba dirigido al candidato presidencial de La
Libertad Avanza, Javier Milei, que había llegado junto a su pareja, la
imitadora y actriz Fátima Florez. Tras unos largos minutos de zozobra,
la ópera pudo continuar. Este viernes se presentaba por última vez
Madame Butterfly. Según la web del Teatro Colón, la ópera se iniciaba a
las 20 y advertía que una vez comenzada la función no se permitía el
ingreso a la sala. Sin embargo la dupla Milei-Florez llegó apenas
iniciada la función, y se ubicó en el palco 15, uno de los palcos
laterales del primer piso. Algunos de los presentes lo descubrieron y se
acercaron a saludarlo. Milei -que fue por pimera vez en su vida al
Colón- repartió apretones de manos y sonrisas acompañado de Florez, que
estaba enfundada en un vestido rojo furioso, como la bandera del Partido
Comunista. Por supuesto que también lo descubrieron aquellos que
rechazan al libertario y fue allí que comenzaron a escucharse algunos
repudios y luego el "Milei, basura, vos sos la dictadura", al que pronto
se le sumó el "Nunca Más, Nunca Más".
El in crescendo de los
cánticos puso nervioso a Milei y a su acompañante. No era para menos,
habrán pensado que el Teatro Colón era un lugar amigable y seguro para
mostrarse en este momento de veda electoral. Pero se equivocaron. Desde
la orquesta también llegó el repudio y hasta se escucharon algunos
compases de la marcha peronista. También algunos intentaron un tibio
respaldo a Milei e incluso se generaron algunas discusiones entre los
asistentes al teatro. El intermedio se alargó más de la cuenta y el
nerviosismo le ganó a los organizadores de la velada. El otro dato que
surgió es que la dupla no había pagado sus entradas sino que las
solicitaron a modo de cortesía y la orden de permitirles el ingreso
llegó desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que todavía conduce
Rodríguez Larreta. El candidato, que había ingresado escoltado por un
asistente que le sostenía un paraguas mientras Florez hacía fotos para
la prensa, al retirarse tuvo que esperar que se organizara un pequeño
operativo de seguridad para evitar otro mal momento.