El objetivo de La Libertad Avanza será tratar, entre el 26 de diciembre
y el 31 de enero, un paquete de medidas fiscales, políticas y
administrativas. Entre las incitativas, aunque escondida, se encuentra
la restitución del impuesto a las Ganancias para los trabajadores que
había reformado, hace solo unos meses, Sergio Massa. Los temas están,
pero los proyectos aún no: el Ejecutivo los presentará la semana que
viene y la mayoría ingresará por la Cámara de Diputados, en donde se
jugará la primera batalla del oficialismo. El decreto de la convocatoria
a extraordinarias llegó tarde a la noche del viernes, luego de un día
de especulaciones que, desde las propias terminales de Casa Rosada,
aseguraban que se presentaría una "ley ómnibus". En el PRO le venían
advirtiendo a La Libertad Avanza que era mejor avanzar por partes, ley a
ley, para poder avanzar más prolijamente. Parecía que Javier Milei
avanzaría igual con el mega proyecto - en sintonía como había avanzado,
dos días antes, con el mega DNU -, sin embargo terminó cambiando de
opinión.
"El ómnibus quedó colectivo corto sin fuelle. Fue mucho DNU
me parece", ironizó un importante dirigente libertario que se enteró,
como la inmensa mayoría en el gobierno, del contenido del temario de
extraordinarias cuando el Ejecutivo envió el decreto. La sospecha es que
el malestar que el decretazo generó en sus eventuales aliados -
radiales, PRO, cordobeses y lilitos - llevó a que optara por avanzar con
mayor delicadeza.
Milei necesita y la recaudación. Uno de los temas
que encabeza el temario de extraordinarias es el impuesto a las
Ganancias, referido disimuladamente bajo el título de "ley de impuestos a
ingresos personales". Si bien Milei pretendía evitar todo lo posible la
arena parlamentaria, en donde es conocedor de su debilidad
institucional - tienen unos 39 diputados propios y solo 7 senadores -,
había temas que no podían salir vía decreto. Los temas impositivos son
uno de ellos y, dado que Milei necesita desesperadamente incrementar la
recaudación, el debate de Ganancias debía pasar sí o sí por el Congreso.
No
es un debate cómodo para el presidente, que acompañó la reforma
impulsada por Sergio Massa para subir el mínimo no imponible a 15
salarios mínimos cuando era diputado nacional. Pero no solo por eso,
sino porque, además, el número no estaría tan garantizado como lo creen
en su entorno: PRO bullrichistas y larretistas, radicales, ex PRO como
Emilio Monzó y lilitos acompañarían la medida - ya que ellos rechazaron
la reforma impulsada por Sergio Massa -, pero Unión por la Patria ya se
manifestó en contra. Y los gobernadores de otras fuerzas, que LLA
especulaban con que podrían acompañar porque el tributo es
coparticipable, se empezaron a desmarcar. Los gobernadores, en realidad,
habían reclamado una compensación a través de la coparticipación del
impuesto al cheque, pero en Casa Rosada terminaron cerrando esa puerta.
Va a haber una sola oferta sobre la mesa que apunta a reforzar las arcas
provinciales en un contexto de parálisis de la obra pública y reducción
de transferencias directas y esa oferta es la restitución de Ganancias.
"Hay algunos gobernadores más de acuerdo que otros. Cada uno atenderá
la realidad de sus provincias", deslizó, sutil, uno de los principales
armadores de LLA en el Congreso.