En las inmediaciones del Congreso volvieron a verse gendarmes golpeando jubilados, efectivos de la Policía Federal disparando a mansalva con balas de goma sobre manifestantes y agresiones físicas sobre periodistas y fotógrafos y hasta contra algunos de los diputados que bajaron desde el recinto a la calle para intentar frenar el circo represivo. El gas pimienta disparado a los ojos de militantes de a pie fue el protagonista de la jornada, junto a la motorizada de la PFA (el Grupo GOM), la elegida esta vez para ir al choque.