El Gobierno afila la motosierra contra los empleados públicos y vuelve a podar el Estado. El oficialismo tiene todo listo para una nueva arremetida contra el personal del Estado. Nicolás Posse, el jefe de Gabinete, a cargo de monitorear el tema. Milei se jacta de haber echado 50 mil personas. Por Juan Pablo Kavanagh - Perfil. Lo que sucedió en las últimas horas en la ANSES, con despidos de cientos de empleados totalmente sorpresivos, sin previo aviso, es apenas una muestra del próximo paso de la gestión Javier Milei: aplicar a fondo la motosierra por el empleo estatal, dejando sin renovación una buena parte de los 70 mil contratos que vencen a fin de mes.
En el oficialismo, al día de hoy, no tienen precisiones sobre la
cantidad de despidos que encararon desde el 10 de diciembre, con varias
cifras que chocan entre sí y por si fuera poco con aquellas que tienen
los gremios. Los vínculos laborales de 70 mil personas, que caducan el
próximo 31 de marzo, están en la mira del gobierno libertario desde
principios de enero y forman parte de los puntos a atacar para la
jefatura de Gabinete de Nicolás Posse, que monitorea el ajuste fiscal
minuto a minuto y que se encargó de bajar una línea bien concreta en la
última semana: cada ministerio y área estatal deberá reportar este
martes 26 de marzo los contratos a eliminar, con el agregado de
comunicarles a los futuros damnificados que se quedarán sin una fuente
de ingreso. Aproximadamente, serán entre 15 y 20 mil agentes del Estado
que dejarán su puesto laboral.
La noticia no cayó bien en varios
ministerios, que requieren personal y no están en condiciones de pasar
la motosierra. “Hay gente valiosa y que trabaja muy bien por un sueldo
que no es alto ¿Cómo vamos a echar gente en este momento?”, se preguntó
ante PERFIL un funcionario de La Libertad Avanza, que agrega que
existieron llamados a Posse y a Luis Caputo, el ministro de Economía,
para explicar que no pueden tocar personal. En las filas libertarias, el
tema contiene varios matices. Por un lado, el Presidente se jacta de
haber echado a 50 mil personas a partir de su arribo a la Casa Rosada.
No obstante, cerca del economista se cuidan de hablar de despidos y
prefieren utilizar las palabras “no renovación de contratos”. En
concreto, solo admiten que 7 mil integrantes de la administración
pública perdieron su ingreso económico mediante el decreto 84/2023 que
vio la luz el 26 de diciembre pasado. Esa disposición, con firmas de
Milei y Posse, estableció la no renovación de aquellos vínculos que
están comprendidos en el artículo 9 de la ley marco, que comenzaron el 1
de enero de 2023 y que vencieron el 31 de diciembre de dicho año. Los
gremios estatales dejan de lado diferencias y preparan medidas para
resistir el ajuste. A su vez, en Balcarce 50 subrayaron, ante la
consulta de este medio, que no habrá un recorte importante de los
famosos 70 mil contratos en la mira del ministro coordinador, solo se
producirá un ajuste entre el 20 y el 30 por ciento. Los gremios más
poderosos que nuclean a los trabajadores de la administración pública,
UPCN del histórico Andrés Rodríguez y ATE que lidera el combativo
Rodolfo Aguiar, no dan por seguro esa versión y se preparan, a su modo,
para un escenario cargado de conflictividad.
ATE, por caso, ya lanzó
una jornada nacional de protesta para este martes 26 de marzo. Mientras
que UPCN sigue con atención todos los movimientos en el Estado aunque
tiene la idea de esperar a que sea realidad la no renovación de
contratos para luego tomar medidas. El sindicato de Rodríguez no cree en
los paros preventivos pero advierte que habrá resistencia. Todos los
colectivos también lamentan que no haya una mesa de negociación con el
oficialismo para una problemática tan sensible. Incluso, creen que fue
un error del Gobierno el despido de Armando Guibert, el secretario de
transformación del Estado que dependía de Posse. Guibert se animó a
tejer relación con dirigentes sindicales y quedó envuelto en la polémica
de los aumentos salariales del Ejecutivo. A diferencia del Gobierno, en
ATE sí mencionan la palabra “despidos” y ofrecen cifras. En total,
indican además de los 7 mil contratos que no fueron prorrogados para
este año, hay por lo menos 2 mil hombres y mujeres de diferentes áreas
que recibieron un telegrama, con el agregado de que cientos de empleados
ya saben que no trabajarán más y solo resta la efectivización de su
destitución.
En este marco, se destaca el ministerio de Capital
Humano de Sandra Pettovello, quien echó a 1500 personas, en ANDIS 165,
en el Incaa 170, en Aysa 200, en la secretaría de Derechos Humanos 26,
en el Enacom 50 y en el Conicet otros 50. De todos modos, habrá más de 2
mil cesanteados porque se van a sumar aquellos que se desempeñaban en
los Centros de Referencias que depende de Pettovello (600), el Inadi
(400) y los que pertenecían al Instituto de Agricultura Familiar (900),
que aún no quedaron operativos. A la larga nómina, se sumarán más de
1400 de parte de ANSES y 900 del lado del CONICET.