Un informe indica que la gastronomía vive su peor derrumbe en una década. Asimismo, los hoteles tienen bajos niveles de ocupación. El fin de semana largo enciende las alertas en el turismo. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la variación interanual en el último trimestre (Marzo-Abril-Mayo) de las pernoctaciones en hoteles cayó un 11,3% y la ocupación de huéspedes, un 14%. "Argentina enfrenta una crisis turística sin precedentes debido a la virulencia y ferocidad del ajuste económico que está aplicando el Gobierno Nacional", advierte un informe elaborado por el Frente Renovador. Señalan que las medidas económicas recesivas impactan negativamente en el sector.
"El aumento irracional de las tarifas de luz, gas, agua, entre otros
servicios, sumado a la falta de incentivo al turismo por parte del
Estado Nacional, está rompiendo el mercado interno generando, también,
más desempleo y caída de Pymes, como ocurre con otros sectores",
alertan. Y es que, según los datos que toman como referencia, las
ciudades turísticas clave registran ocupaciones hoteleras por debajo del
20% y la gastronomía sufre una baja interanual del 12%. De hecho,
apuntaron que la temporada de verano pasada registró un desplome del
18%.
La peor caída de la gastronomía en 10 años y los tarifazos en
los servicios atentan contra la supervivencia de los restaurantes. La
Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina
(FEHGRA) reportó una pérdida del 12% en la industria gastronómica. Esta
disminución es la peor de la última década, con el consumo en
restaurantes desplomándose y los establecimientos luchando por
sobrevivir. Esto es producto de que al contexto económico, que incluye
los tarifazos en los servicios, se suma la liberación del mercado de
alquileres, que ha puesto aún más presión sobre los costos de
mantenimiento. El costo del servicio eléctrico subió un 402% en los
últimos 6 meses. Esto impacta en los costos de operación de los
servicios turísticos y gastronómicos que se ven reflejado en los precios
de los servicios. A esto se le suma la licuación del poder adquisitivo
de turistas dejando un techo muy bajo para el consumo.
Turismo: un fin de semana largo para el olvido
Tanto
en la gastronomía como en el rubro hotelero, las consecuencias están
siendo alarmantes y la caída de las plazas hoteleras se siente en cada
rincón del país. Por ejemplo, mencionan que:
Bariloche, un destino
turístico emblemático, ha visto su ocupación hotelera desplomarse a
menos del 20% en la presente temporada baja.
En Pinamar, más del 50% de los comercios que abren todo el año, no lo hicieron este fin de semana largo.
Mar del Plata, en el fin de semana largo del 14/06 registró una ocupación del 35% y, para el siguiente, sólo el 65%.
"Esta
caída muestra una tendencia nacional donde la falta de turistas por la
caída del poder adquisitivo está causando el desplome en la ocupación",
según el trabajo del Frente Renovador. Y agrega que la Asociación de
Hoteles de Turismo (AHT) alerta sobre una dramática disminución en la
demanda debido al contexto de incertidumbre y recesión económica.
Asimismo,
esto no se circunscribe a un fin de semana largo, dado que los datos
reflejan que la reciente temporada baja está siendo la peor de la
historia. "El incremento en costos fijos, como la calefacción,
electricidad entre otros, está llevando a muchos negocios al borde del
cierre", enfatiza el informe. Los datos demuestran el panorama
desalentador.
Menos consumo promedio en destinos turísticos. La
variación interanual un derrumbe del 10,8% en la ocupación promedio del
último trimestre. "Esto se traduce en un menor gasto promedio en los
destinos turísticos y pérdida de rentabilidad para el sector", indican
los analistas. En resumen, los números alertan pérdidas de rentabilidad y
crisis en el sector turístico. "La ineficiencia del Estado para generar
políticas de incentivo al turismo, sumado a la licuación de los
salarios por el brutal aumento de servicios esenciales y la
incertidumbre de los y las argentinas, dejan como saldo un sector
turístico cayendo estrepitosamente", denuncia el trabajo. Y advierte que
esto genera otros impactos en la promoción de áreas menos
desarrolladas, la pérdida de incentivo a inversiones extranjeras y el
detrimento del orgullo nacional y la identidad cultural del país.