La planta de licuefacción con YPF, el emblema del RIGI, a punto de caerse. A contramano de lo que se apuró a vender el Gobierno, la estatal malaya duda de las condiciones de inversión y la estabilidad política. No gustó, además, la disputa por la locación y las exageraciones comunicaciones de los libertarios cuando la empresa no había confirmado aún la inversión. Para sostener el proyecto, YPF ya abrió negociaciones con otro gigante energético. Por Leandro Renou. La planta de licuefacción de gas, el proyecto millonario que fue punta de lanza del Gobierno para aprobar los cuantiosos beneficios del Régimen de Inversiones (RIGI), está a punto de perder a su inversor más importante.
La razón, según confiaron a Página I12 fuentes de la negociación, es un
golpe al relato del Ejecutivo que conduce Javier Milei: la empresa duda
de las condiciones de inversión que ofrece el país y de la estabilidad
política de la gestión libertaria. La estatal malaya Petronas, de
acuerdo a lo que adelantó el periodista Marcelo Bonelli en el diario
Clarín, está al borde de bajarse de una obra que, tras meses de
discusión política, iba a hacerse en Punta Colorada, Río Negro, luego de
descartarse la locación de Bahía Blanca.
En ese escenario, de
acuerdo a los datos a los que accedió este diario, YPF ya abrió una
negociación paralela con otro gigante energético del mismo porte que
Petronas. La aventura es compleja, porque hay que encontrar a alguien
que quiera invertir 15 mil millones de dólares (la otra mitad es de
YPF), una inversión gigante para cualquier firma. De hecho, plantas de
licuefacción de gas de ese estilo hay sólo en México, Qatar y Canadá.
Los hechos
Desde
lo formal, Petronas no le comunicó nada a YPF, pero fuentes sectoriales
admitieron que "la negociación ya venía dura, porque Milei estaba muy
apurado por sacarlo y Petronas no. Hoy, salvo un milagro, está caído".
El
proyecto viene del gobierno anterior, pero lo que se firmó fue un
Memorando de Entendimiento, no una confirmación de la inversión.
"Petronas nunca dijo que ya tenía la decisión", siguieron contando las
fuentes. El asunto es que hoy está el estudio de ingeniería y el lugar,
pero no la decisión de la malaya.
¿De quien fue semejante error? del
Gobierno, que vendió algo que no había ocurrido. Lo hizo, claramente,
para tener una excusa millonaria que justificara el paso del RIGI por el
Congreso. Casi que el régimen de inversiones se justificó en que, sin
esos beneficios, Argentina perdería un negocio realmente fuerte.
Los
malayos tienen una oficina permanente en Argentina, donde miden el
clima político. Los que conocen el paño aseguran que, en la previa a los
hechos recientes, hubo señales de que el acuerdo podía caerse. Horas
después de que el gobernador de Río Negro y el propio Milei salieran a
festejar que el proyecto se iba de Bahía Blanca al Interior, la empresa
sacó un comunicado diciendo que, de todos modos, la locación confirmada
no suponía una decisión de inversión definitiva. El Gobierno había hecho
una guerra por el tema, celebrando que había sacado a Petronas de Bahía
por la decisión del gobernador Axel Kicillof de no adheriri al RIGI.
Hoy, a la luz de los hechos, parece que la decisión de los malayos no
tenía nada que ver con los beneficios a la inversión. Las dudas eran
otras.
Por qué se empiojó la negociación
Lo más relevante del
casi caído proyecto de Petronas, son las razones que explican por qué
tienen dudas de desembolsar los 15 mil millones de dólares. Fuentes que
siguen el tema explicaron a este diario que hay tres cosas que jugaron
seriamente contra el plan.
La primera es que Petronas nunca dijo que
invertiría, cuando el Gobierno vendía que sí, que estaba confirmado. La
segunda es algo más compleja. La firma es estatal, y un desembolso de
ese calibre amerita debates en la política local del país. "No es un
posicionamiento menor, no es un desembarco de marca", destacan en el
sector. Y ante el ruido local, entrarn dudas.
La tercera razón es la
más potente y es un golpe político al relato del Gobierno de Milei.
Mientras el Presidente celebra que la liberación de la economía y los
enormes beneficios al capital privado no dan lugar a no invertir,
Petronas dice que no está tan segura de que sea así. "Las condiciones
que Argentina está generando para invertir no son las mejores", se
comentó en una de las últimas reuniones con Petronas. A la firma la
inquieta que el Gobierno no logre estabilidad política y que en el
Congreso los equilibrios sean tan débiles. Casi lo mismo que blanquea el
Fondo Monetario (FMI) cuando habla de cómo ve el escenario político a
nivel local. Coincidencias de los que deben poner plata en volúmen.