El diputado nacional decidió dejar expuesta la disputa en el territorio bonaerense que tiene al gobernador del otro lado. No invitó a Axel Kicillof al acto. Cuestionó el armado a futuro en el que pretenden dejar afuera a Cristina Kirchner. Rosario Ayerdi Jefa de Política. Mail: rayerdi@perfil.com. Máximo es Kirchner. Y es Cristina. Una vez más, la exvicepresidenta decidió jugar el juego que su hijo propuso. “Axel está en una”, podría ser la frase que sintetiza un planteo mucho más extenso del diputado ante CFK con el que viene describiendo cómo el gobernador bonaerense busca protagonizar una nueva etapa sin el sector que lo llevó a la gobernación bonaerense.
Cuando la exvicepresidenta se enteró que Axel Kicillof encabezaría un acto político en Mar Chiquita, no dudó: decidió cercarlo con una presentación suya previa y otra siguiente que encabezaría su hijo, con quien el gobernador ya ni siquiera habla. Y para que quede claro, el mensaje que llevaría el diputado y presidente del PJ bonaerense tendría que ver con el futuro electoral. En momentos en que un sector quiere ver al gobernador bonaerense emanciparse y tomar el control de las listas 2025, el título lo dice todo: “volver a armar”. Para los distraídos, es un mensaje directo: el apellido Kirchner pretende seguir teniendo el mando. Máximo, que viene siendo fuertemente cuestionado, reapareció este viernes con el objetivo de demostrar que no está dispuesto a resignar su lugar ni la lapicera. Y lo hizo en un acto a diez cuadras de la residencia del gobernador, quien no fue invitado al evento de La Plata. “La lapicera que ahora critican es la lapicera que llevó a Axel a la gobernación”, dice un kirchnerista que recuerda que por 2017 el entonces economista soñaba con competir por la Ciudad de Buenos Aires y tuvo un cruce con Eduardo “Wado” De Pedro y Máximo Kirchner. “Me quieren mandar a provincia para darle el lugar a Mariano Recalde en la Ciudad”, se había quejado. También cuestionó que en ese momento lo largaran al interior bonaerense y Máximo se quedara con el vínculo con los intendentes del conurbano, en donde estaban sus principales votantes. Tiempo después comenzó las recorridas, hizo campaña y ganó la elección bonaerense. Maximo lo dijo en el escenario: “La pregunta que me hago y quiero hacer es, si los que fueron señalados con el dedo de Cristina se quejan, qué nos queda a los que no fuimos señalado por el dedo de Cristina y seguimos haciendo todo lo que tenemos que hacer”. Fue uno de los primeros mensajes contra Kicillof y un grupo de intendentes como Jorge Ferraresi (Avellaneda), Mario Secco (Ensenada) y Fabián Cagliardi (Berisso) que apuestan a que el primer candidato de la lista de diputados 2025 sea un hombre del gobernador bonaerense. Creen que si el jefe provincial no muestra músculo en el próximo armado electoral, no tendrá posibilidades de disputar la carrera presidencial dos años después. Pero, también advierten y se preparan para un escenario en el que la candidata sea CFK. Axel Kicillof dio una clase en la universidad de las Madres de Plaza de Mayo y acusó al Gobierno de "atacar" la institución “Yo no le voy a pedir que sea candidata”, dijo Máximo. Y agregó: “pero si quiere salir a caminar, que salga, mejor todavía”. Al igual que en los años no electorales, el kirchnerismo y Cristina mantienen en pie la posibilidad de presentarse. “Ya tuvimos que votar a Scioli, a Alberto y a Massa, ahora sos vos”, le dicen los propios. No sólo piensan en una banca de diputados, también en la próxima presidencial. Pero del otro lado, algunos piden que se corra. MK también apuntó contra estos dirigentes. “Resulta que ahora Cristina no tiene que hablar porque eclipsa a otras figuras. Tranquilos, no hay que apresurarse”, les dijo a los que “viven de campaña”. También un mensaje al gobernador que se metió de lleno en la pelea contra Javier Milei para posicionarse como la contracara de una futura disputa electoral. Sobre los candidatos anteriores, el legislador también pidió “basta de Sciolis”. “Lamentablemente, hubo personas que dudaban si tenía que ser Scioli o tenía que ser Wado. ¿A ustedes les parece? Miren donde está el compañero, miren donde está Scioli y nos vienen a pedir autocrítica a nosotros. ¿Por qué no hacen ustedes de una vez por todas la autocrítica?”. Los mensajes internos llegaron además en forma de canción y de bandera. Antes de iniciar su discurso, Máximo Kirchner dejó que la militancia cantara un estreno y no fue precisamente la “nueva melodía” que pidió el gobernador bonaerense tiempo atrás para renovar el espacio. “Y si queres otra canción, vení te presto la mía”, se escuchó una y otra vez. Sobre el final, en la tribuna se desplegó una bandera con la leyenda: “Nada sin Cristina”. Esa misma frase apareció en las paredes del conurbano cuando el 17 de abril Kicillof decidió pisar los territorios camporistas de Quilmes y Hurlingham. Aunque el diputado y presidente del PJ bonaerense tuvo algunos pasajes en los que apuntó contra la gestión de Javier Milei, el objetivo del encuentro tuvo que ver con marcar su posición sobre la interna desatada en el territorio bonaerense entre los propios dirigentes kirchneristas. “Acierto y erro como todos, pero boludo y traidor nunca lo fui ni lo voy a ser”, dijo el diputado al responder las críticas a su figura. Está claro, no cederá espacios. Quien habló este viernes a la noche fue Máximo Kirchner pero, sobre todo, Cristina.