Tras el escándalo Kueider, la bancada va por el corazón de la gestión mileísta porque la considera "fruto de la corrupción". La disputa Cristina-Kicillof no cesa y se acrecienta la grieta. Por: Gimena Fuertes. El peronismo cierra el año legislativo con un triunfo político tras el escándalo del exsenador Edgardo Kueider, preso en Paraguay. Desde la conducción de Unión por la Patria en la Cámara de Diputados van por la nulidad de la Ley Bases y por la investigación sobre el eventual financiamiento a legisladores de todos los colores políticos. “Kueider y la Ley Bases están más sucios que una papa”, asegura el titular del bloque Germán Martínez.
En tanto, en el territorio, el peronismo sigue profundizando el
enfrentamiento interno. Según explicaron a Tiempo fuentes legislativas,
la estrategia de pinzas en Diputados es ir por dos líneas de acción a la
vez: la constitución de la comisión investigadora y la nulidad de toda
la ley. Esta iniciativa se suma a la que ya había planteado el Frente de
Izquierda y los Trabajadores (FIT) y esta semana hasta hubo una reunión
conjunta de trabajo entre ambas fuerzas. «Como muestra el caso Kueider,
esa ley es producto de la corrupción, debe ser anulada y vamos a hacer
todo lo que esté a nuestro alcance para terminar con esa norma que
alimenta la entrega y el saqueo y ataca a trabajadores y sectores
populares», aseguró la dirigente Myriam Bregman tras el encuentro. Por
su parte, el peronista Santiago Cafiero presentó una iniciativa para
crear una comisión investigadora, que cuenta con la firma de 17
integrantes del bloque de UxP, de todos los sectores internos, desde
Martínez hasta la camporista Paula Penacca y la exministra Victoria
Tolosa Paz, entre otros. Además, el bloque peronista está trabajando en
un proyecto propio de nulidad de la Ley Bases, con impulso de la
entrerriana Blanca Osuna. En paralelo, en el territorio, la dirigencia
peronista sigue enfrentada. La quebrada relación entre Cristina y el
gobernador Axel Kicillof sigue cosechando tempestades. Este viernes,
durante el acto de firma de contratos de leasing por $ 8.824 millones
para la compra de bienes de capital en 28 municipios bonaerenses, el
intendente de Lanús, el camporista Julián Álvarez, le recriminó la falta
de entrega de fondos al gobernador de manera pública. Esa intervención
provocó una seguidilla de críticas de jefes comunales del interior
bonaerense. Desde la gobernación explicaron luego que el reclamo era
improcedente porque faltaban pasos administrativos que cumplir por parte
del municipio. Todos síntomas del vínculo roto entre el axelismo y La
Cámpora
En medio de esta crisis que no parece recomponerse por ahora,
el gobernador llamó a formar un frente en la provincia para enfrentar
al mileísmo en las elecciones. “Yo que tengo la responsabilidad de
conducir el gobierno de la provincia, también tengo la obligación de
ponerme al hombro la construcción de un frente político que sea una
alternativa para el futuro”, dijo este viernes en la matada que organizó
en La Plata, una actividad de diálogo directo con los vecinos, para
replicar la mística del mano a mano que llevó adelante Kicillof desde
2016 con las plazas militantes. Si bien no es la primera vez que el
gobernador habla de armar un frente, sí marcó su decisión de cargárselo
“al hombro”, una forma de señalar que pretende encabezarlo. Desde la
otra orilla del conflicto, el diputado Máximo Kirchner brindó un extenso
reportaje a la revista Contraeditorial, en la que volvió a insistir con
la conducción de Cristina, no ya sólo del partido sino también del
movimiento. “Cristina es la única capaz de quebrar la inercia de estos
sistemas de poder”, sostuvo. Y envió un mensaje al interior de la
interna kirchnerista: «A mí me da mucha pena que los compañeros y
compañeras no hayan ido a discutir, porque por ahí también cuando uno da
una discusión, va a escuchar cosas que no le gustan. En mi caso eso,
con todas las cosas que me han dicho los medios de comunicación y
Clarín, no me van a molestar. Hay otro al que sí, que no está muy
acostumbrado y que, aparte, cuando descubre que puede ser bien tratado
por los medios, le gusta».
Si bien las diferencias entre ellos no son
ideológicas, sí mantienen miradas distintas sobre la conducción y,
sobre todo, la metodología de construcción. Esas diferencias no son sólo
por la integración de las listas sino también hasta por la forma en que
se debe desarrollar la elección. Mientras Cristina y La Cámpora quieren
mantener la elección unificada entre provincia y nación, Axel y los
intendentes pretenden desdoblarla para evitar en rememorar fantasmas
frentetodistas que terminen beneficiando más a Milei. Por ahora, lejos
están de poder llegar a una síntesis.
En este contexto, un histórico
dirigente bonaerense con terminales a los dos lados de la grieta interna
evalúa que se acrecienta la posibilidad de que el peronismo llegue a
las elecciones en dos frentes separados. De hecho, también prevé que
esta división se va a evidenciar en todas las actividades partidarias,
como la de Moreno, en donde el ministro de Desarrollo de la Comunidad
Andrés Larroque, criticó con dureza a sus excompañeros de La Cámpora.
Los chispazos que se produjeron este viernes en el Salón Dorado de la
gobernación bonaerense son una continuidad del malestar.
Un dirigente
con varios vaivenes a un lado y a otro del peronismo, y que ahora tiene
responsabilidad de gestión en la provincia, avizora que la eventual
solución ante un escenario de división electoral son las tan denostadas
PASO, instancia interna que supo aprovechar todo el arco opositor, desde
Juntos por el Cambio hasta el FIT, para saldar cuitas internas y evitar
la tupacamarización de la fuerza política. Habrá que ver si el
peronismo puede sacar provecho de esa herramienta ideada por Néstor y
Cristina Kirchner y evitar que la sangre llegue al río.