De esta forma, los fondos buitres podrán disponer de 310 millones de
dólares. La historia de esta demanda se remonta al 10 de marzo de 1989
cuando Nicholas Brady, secretario del Tesoro de EEUU lanzó una
iniciativa para rescatar a los países emergentes del default de la
década del 80, cuyos acreedores eran los bancos comerciales y pasaron a
ser cientos de miles de bonistas en todo el mundo. La Argentina se sumó a
este plan el 6 de diciembre de 1992 y cuatro meses más tarde se realizó
el canje de la deuda bancaria por los nuevos títulos de deuda pública.
Se trata de deuda que entró en default a fines del 2001 con la cesación
de pagos declarada por el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá en la
explosión de la convertibilidad y que no fue reestructurada en los
canjes del 2005 y 2010. Tampoco aceptaron el acuerdo del 2016 formulado
por Macri ni el canje del 2020 llevado adelante Martin Guzmán. Los bonos
del Plan Brady vencieron el 31 de marzo del 2023.
"Los acreedores
pronto tomarán posesión de USD 310 millones depositados en cuentas de la
Reserva Federal de Nueva York en los EEUU, Alemania y Suiza", afirmó
Sebastián Maril ,experto en litigios internacionales. Son dólares que
fueron depositados como garantía de los bonos del Plan Brady.
Como
antecedente inmediato, ya en octubre pasado el Tribunal Superior de
Londres le dio la razón a cuatro fondos buitres y condenó al país a
pagar 1330 millones de euros a tenedores de los cupones atados al
crecimiento del PBI por la presunta alteración de las estadísticas
oficiales.