Es de día, la mañana del viernes, plena la ola de calor, y los sin
techo duermen como pueden, muchos con las cabezas vueltas hacia la pared
como único gesto de resguardo posible frente al exterior. La foto se
viralizó; Suhring la posteó en las redes junto con unos párrafos. “Este
es el local en el que trabajo hace más de 20 años, nunca vi una cosa
así, parecemos zombies, estamos ciegos. Es muy doloroso este cuadro y se
repite casi en todas las cuadras de la Capital". "No me gusta esta
libertad", remató. El explosivo aumento del número de personas en
situación de calle en los últimos meses es inocultable. “Es muy claro,
muy evidente”, confirma Horacio Avila, de la organización Proyecto 7,
que trabaja en la problemática desde hace casi 20 años. “Anticipamos que
esto iba a pasar en el comienzo del gobierno de Milei, cuando firmó el
DNU que desreguló los alquileres. El aumento de todos los precios, el
agravamiento de la pobreza y de la indigencia está teniendo estas
consecuencias”, describió. Avila cuenta que en su mayoría, los que
quedan en la calle son personas que venían de trabajar en negro, en un
momento en que el Gobierno propicia la eliminación de las más mínimas
protecciones laborales. “Por ejemplo el que trabaja en un lavadero de
autos en cuanto cae la demanda listo, le dicen que se terminó”, dijo.
"También las changas, los rebusques por cuenta propia, están afectadas
por la baja en el consumo", agregó. Como ocurre desde siempre, la
Ciudad de Buenos Aires suma a sus sin techo propios los que llegan desde
la Provincia de Buenos Aires y el interior del país por una cuestión de
supervivencia. Tienen la expectativa de que en la Capital pueden llegar
a conseguir lo más básico, un trabajo, una ducha o un plato de comida.
Suhring dice que “siempre hubo gente que para en la vereda de la
librería”. “Yo trato de asistirlos, pero esta vez la situación me
sobrepasó”, relató. Según datos oficiales del propio Ejecutivo porteño,
revelados en su momento por la vicejefa Clara Muzzio, a noviembre del
año pasado la cantidad de personas en situación de calle había crecido
en un 35 por ciento respecto del mismo mes de 2023. Ese último censo
--el más acutalizado-- contó 4.416 total personas sin techo en total:
unas 3.166 dentro de los paradores y otros 1.250 en "calle efectiva".
Esos
números, de todos modos, son cuestionados por las organizaciones
sociales, que estiman que con por lo menos el triple. "Son mínimo 12 mil
personas", dijo Ávila, y adelantó que este año habrá un nuevo "Censo
Popular", que en 2019 --último registro-- ya había contado más de 7 mil.
El problema excede los límites de la General Paz, pese a que
Capital Federal es el epicentro. Otros datos lo confirman, como el
relevamiento que realizó el Renacalle (registro similar al Renabap, de
los barrios populares) a nivel nacional, que en 2023 detectó más de 500
personas sin techo en Santa Fe Capital, más de 150 en Paraná, Entre
Ríos, y casi 200 en San Salvador de Jujuy, entre otras ciudades
importantes del país. Aquel censo reveló que el 88.3% de las personas
en calle eran adultos, mientras que el 11.7% son niños/as y
adolescentes. Un 15.3% son mujer, y el 0.5% como personas trans y
travestis. La franja etaria más numerosa fue de 30 a 39 años, seguida
por las de 18 a 29 años y 40 a 49 años.
"No nos extraña que esto
ocurra, no sólo por la crisis económica y social que sacude a todo el
país", dijeron desde la Asamblea por los Derechos de las Personas en
Situación de Calle (APDPSC). "En el último tiempo, se ha empezado a ver
de nuevo más niñas, niños y adolescentes en situación de calle solxs,
sin adulto referente", agregaron.
"No nos extraña que esto ocurra,
no sólo por la crisis económica y social que sacude a todo el país",
dijeron desde la Asamblea por los Derechos de las Personas en Situación
de Calle.