El descrédito del que ya gozaba Lijo en ambientes judiciales y políticos quedó expuesto a la luz pública durante el largo trámite que atravesó el pliego en el Senado, del que depende su nominación. La Cámara alta desistió esta semana del tratamiento en el recinto del pliego de Lijo, una de las iniciativas que envió el Poder Ejecutivo para discutir en sesiones extraordinarias y que consiguió una semana antes dictamen de comisión. El proyecto no pasó el filtro de la reunión de labor parlamentaria, previa a la sesión. ¿Primera víctima del criptogate? Esto no les gusta a los autoritarios Se supo a finales del año pasado que el propio Lijo había rechazado su nombramiento por decreto presidencial, una posibilidad abierta para el Ejecutivo hasta el final de las sesiones extraordinarias, según dispone la Constitución. Lijo debería renunciar a la titularidad del Juzgado Federal N° 4 en caso de que fuera designado por decreto, pero su ratificación en la Corte aún quedaría pendiente de la decisión del Senado. Fuentes del Gobierno habían hecho circular los nombres de cuatro juristas -incluido el de una mujer- como opciones a la apuesta por Lijo. Ya sin brújula, en las últimas horas no descarta la designación de Lijo vía DNU. “No está definido aún”, respondió una alta fuente del oficialismo a la consulta de Perfil. El tratamiento del pliego de Lijo fue la única iniciativa del Gobierno que no prosperó en las sesiones extraordinarias, aún vigentes. El Senado sancionó este jueves la suspensión de las PASO, por lo que este año no habrá primarias y se simplificará, en parte, el calendario electoral. Las PASO, se sabe, son un instrumento ideado por el expresidente Néstor Kirchner durante la primera gestión de Cristina Kirchner. Pero la herramienta no le fue del todo útil a su creador. La experiencia indica que favorecen el ordenamiento de las fuerzas de oposición: les permite dirimir sus internas y alinear a los perdedores, fidelizarlos. Jaqueada por la disidencia de Axel Kicillof, es la razón por la que la señora de Kirchner -los senadores y diputados que le responden- se opuso a su suspensión. Por iniciativa del gobernador, que acaba de crear su propio espacio interno, la provincia de Buenos Aires se encamina ahora a suspender las PASO y, según parece, desdoblar la elección local de la nacional. Tal cual lo hizo este viernes la Legislatura porteña. Pero el logro del Gobierno no fue tanto conseguir una reforma transitoria de la ley electoral como haber desactivado un reto de recorrido imprevisible. El oficialismo frenó la creación en el Senado de una comisión investigadora del Criptogate, el escándalo por la promoción desde la cuenta del presidente Javier Milei de una memecoin que derivó en una estafa generalizada, estimada entre US$ 100 y US$ 180 millones. Lo hizo con el concurso de los senadores del PRO y de un puñado de radicales que responden a los intereses de los gobernadores de sus provincias. Faltó apenas un voto para llegar a los dos tercios que demandaba el proyecto: 47 a favor, 23 en contra. “Nuestro rol es que la justicia investigue y no intentar reemplazar a la Justicia”, justificó el bloque macrista en un comunicado. El sostén del PRO a Milei en el Senado se sobreimprime a la aguda crítica que Mauricio Macri dejó caer al Presidente por el escándalo cripto y la dirigida al asesor Santiago Caputo por el proceso de licitación de la Hidrovía. El escándalo del criptogate suma un elemento inesperado a la compleja relación entre Macri y Milei. Su rumbo amenaza con alterar los factores de esa sociedad inclasificable. En el bloque radical, desde donde surgió el proyecto, se dijo que la presión del Gobierno torció la voluntad de algunos senadores. El presidente de la bancada, Eduardo Vischi, que había acompañado con su firma y defendido públicamente la investigación parlamentaria, reconoció que cambió su decisión por pedido del gobernador Gustavo Valdés, según su compañero de bloque y exgobernador de Mendoza, Rodolfo Suárez, quien votó a favor.