Se suelen situar por encima de las leyes nacionales y provinciales que
violan sistemáticamente, diseñan sus propias normas independientes del
Estado, algunos reclutan fuerzas de choque, financian medios de
comunicación comerciales y sostienen organizaciones que se presentan
falsamente como ambientales o legalistas. Entre esas organizaciones se
encuentran Consenso Bariloche, ahora llamada Consenso Patagonia y creada
en torno de Patricia Bullrich, y la Fundación Naturaleza para el Futuro
(Funafu), cuyo director ejecutivo organizó una colecta millonaria para
crear una fuerza antimapuche. La propiedad de gran parte de esas tierras
tiene origen en maniobras fraudulentas en contra del Estado, según pudo
comprobar una Comisión investigadora parlamentaria de Río Negro que
entre 2012 y 2015 descubrió malversaciones por casi medio millón de
hectáreas. Tras el cierre de la Comisión, tales operaciones
persistieron. Ese bloque está conformado por capitales de Qatar,
Emiratos Árabes Unidos, Bélgica y Gran Bretaña, que adquirieron las
tierras por medio de testaferros, triangulaciones y fideicomisos con el
fin de ocultar el origen de sus dueños reales.
Todos violan como mínimo tres leyes nacionales:
•Ley
15.385 de Seguridad de Fronteras. Establece una franja de 150
kilómetros en la frontera terrestre y de 50 en la marítima, a la que
solo pueden acceder argentinos nativos y autorizados por el Gobierno
nacional.
•Ley de Tierras 26.737, en dos artículos: el que limita la
propiedad de tierras en manos extranjeras, y el que directamente la
prohíbe si encierra cuerpos de agua.
•Ley de Bosques Nativos 26.331.
Gran parte de esas tierras están clasificadas como “zona roja”, que
impide la actividad humana. Por el contrario, allí realizaron desmontes,
movimientos de suelo, edificaciones, han secado mallines y hasta
construido lagunas artificiales.
El grupo de Qatar es propiedad del
monarca de ese país, el emir Tamin bin Hamad Al Thani. Sus negocios son
operados por el hermano de la segunda esposa, Abdulhadi Mana A Sh
Al-Hajri, y tiene como cara visible, socio menor y testaferro al
extenista Gastón Gaudio.
En 2017 compraron 20 mil hectáreas al este
del Parque Nacional Nahuel Huapi sobre las caras norte y oeste del cerro
Carreras, donde se encuentran las nacientes de los ríos Villegas y
Manso. Allí existía un exclusivo centro de esquí que perfeccionaron con
una cadena de siete lodges y refugios para millonarios, al que sólo se
accede por vehículos especiales adaptados con orugas.
Se llama
Baguales Mountain Reserve. Sus tarifas más bajas rondan los 1500 dólares
por noche, aunque se abona aparte el opcional del helicóptero para
lanzarse en snowboard desde las altas cumbres.
En enero pasado, el
gobernador Alberto Weretilneck les autorizó construir tres centrales
hidroeléctricas de paso (sin embalse se usa el caudal) para
autoabastecerse, entre los 1560 y 1200 metros de altura. La legisladora
provincial Magdalena Odarda lo denunció ante la Fiscalía de
Investigaciones Administrativas por la violación de media docena de
normas provinciales y daño ambiental, exigió la nulidad de la concesión
especial y pidió la judicialización de sus responsables.
El emir de
Qatar también posee en la costa rionegrina la estancia Bahía Dorada,
que, reveló la periodista neuquina Susana Lara, compró hace varios años
al británico Joe Lewis. Cuenta con diez mil hectáreas, seis mansiones y
una pista de aterrizaje de 2200 metros con hangares para naves de gran
porte
Otro jugador es el empresario de Emiratos Árabes Unidos (EAU),
Matar Suhail Al Ybhouni Aldhaheri, quien utilizó un entramado de
sociedades, testaferros y fideicomisos para alzarse con 30 mil hectáreas
en la Cordillera y ocho mil en la localidad costera de Punta Colorada,
al norte de su vecino qatarí.
El emiratí desembarcó en 2016 de la
mano de un criador de caballos de polo, Hugo Barabucci, quien lo
relacionó con empresarios, financistas y agentes inmobiliarios que
triangularon sociedades luego reunidas en el fideicomiso Amaike, que
agrupa a la mayor parte de sus tierras.
Las 30 mil hectáreas
cordilleranas de Amaike se encuentran en dos bloques: uno al sureste del
Parque Nahuel Huapi, sobre la ladera sur y suroeste del Cerro Carrera,
donde nacen los ríos Foyel y Chubut, y otro al norte de la estancia Lago
Escondido, camino a la frontera con Chile.
En esas tierras
construyeron tres urbanizaciones de lujo, con mansiones, lofts y cabañas
de troncos de bosque nativo. Una de ellas es el coto de caza “Hunting
Lodge”, ubicado sobre 24 mil hectáreas del Cerro Carreras que encerró
dos comunidades mapuches, la Cayunao y la Kom Kiñé Mu, propietarias
ancestrales de 14 mil de aquellas hectáreas, según reconoció en 2006 la
Justicia de Bariloche. Ahora están en juicio.
Para enfrentar a las
comunidades, el emiratí contrató como gerente a Andrés Saint Antonín
(alias Cané), un operador de negocios rurales hijo y hermano de
expresidentes de la Sociedad Rural de Bariloche, que él mismo integra.
Alias Cané está imputado en el juicio por el ataque de las patotas de
Joe Lewis contra miembros de la Marcha por la Soberanía a Lago
Escondido, en febrero de 2023. Él agredió a la fotoperiodista Alejandra
Bartoliche, a quien además intentó robarle la cámara con que registró el
ataque aun impune. Su abogado en esta causa, Juan Sarmiento, también lo
es del fideicomiso Amaike.
Entre el emir de Qatar y el empresario de
Abu Dabi se encuentran unas 40 mil hectáreas del grupo Belgian Urban
Renovation Company (Burco), la primera corporación transnacional en
hacerse de tierras cordilleranas a muy bajo precio para urbanizaciones
de lujo. Esta sociedad, además, posee otras 40 mil hectáreas en la zona
centro y suroeste de la Cordillera chubutense, cerca de las comunidades
mapuches que el gobernador Ignacio Torres allanó semanas atrás luego de
acusarlas sin pruebas de terroristas incendiarios, encarcelar y
perseguir a sus miembros y amenazar con su desalojo por la fuerza.
La
criminalización de la gente mapuche donde desembarcan intereses
inmobiliarios de capitales globales es una constante en la Cordillera
patagónica.
El cuarto bloque de propiedad extranjera, de 20 mil
hectáreas, es la estancia Lago Escondido, ubicada entre el Parque
Nacional Nahuel Huapi y el Área Natural Protegida Río Azul-Lago
Escondido (Anprale), en cuya margen sur se iniciaron los incendios el 30
de enero.
Esta propiedad también nace de un entramado fraudulento de
sociedades, pero ahora con el interrogante de si Joe Lewis (preso por
fraude financiero en Nueva York) es todavía su propietario o ya fue
vendido. El Holding Tavistock eliminó a la Estancia Lago Escondido de la
página web donde exhibe sus inversiones. Con Lewis como actor en
retirada, sí sobrevive el dispositivo de poder territorial y
articulación corporativa montada por su gerente Nicolás Van Ditmar,
recientemente galardonado como “Vecino Ilustre de El Bolsón” por el
intendente local, Bruno Pogliano, y el gobernador Alberto Weretilneck.
El proyecto del aeropuerto propio para vuelos privados
La
hegemonía del capital global y el turismo de élite en la Cordillera de
Río Negro sintonizan con el proyecto del gobernador Alberto Weretilneck
para la reconversión de la matriz productiva provincial hacia un enclave
exportador de hidrocarburos, minerales y energía verde, sin valor
agregado. El sueño de las Corporaciones que conducen el sentido del
Gobierno nacional.
El desembarco de capitales árabes en esta zona de
aguas eternas y biodiversidad, además de turismo de élite, parece la
primera etapa de una avanzada mayor que requerirá de nuevas tierras
disponibles hacia el sur provincial.
En su camino se encuentran
territorios de comunidades mapuches en litigio y reservas naturales como
el Área Natural Protegida Río Azul-Lago Escondido (Anprale), que
Weretilneck descubrió esta semana luego de mantener oculto por siete
años un Plan de Gestión, y desconocer numerosas advertencias que
hubieran o prevenido o morigerado el incendio iniciado el 30 de enero.
El
fuego afectó con fuerza a la zona rural lindera al Anprale, el Mallín
Ahogado, habitada por una comunidad de producción agroecológica y
artesanal a la que Weretilneck y el intendente local, Bruno Pogliano,
agreden a diario con el fin de habilitar esa tierra inigualable para
loteos y urbanizaciones VIP.
La continuidad del proyecto de élite que
empuja el emirato cordillerano tiene, entre otros, dos requisitos: un
aeropuerto propio para vuelos privados que permita eludir Bariloche, y
una Pax Americana sin resistencias insumisas al uso comercial privado de
las reservas naturales públicas.
De lo primero se encarga el
intendente Pogliano. “Lo tengo hablado con los árabes y los qataríes”,
se ufanó en una radio de Esquel. Y el único lugar para hacerlo es un
Área Protegida aledaña al centro de esquí.
De lo segundo se encargó
un poco el fuego, otro poco las patotas de Lago Escondido que actúan a
la luz del día, y otro tanto la Justicia, que ya mostró cómo sale de
cacería para infundir temor. Total, todos tributan al mismo vértice.