Pero la audiencia volvió a quedar en cuarto intermedio y continuará
hoy; cuando entonces los jueces Nicolás Foppiani, Valeria Pedrana y
Gonzalo Fernández Bussy definan si acceden al pedido de Fiscalía o no.
Es que, según la imputación que develaron en la segunda jornada de
audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal, estos ejecutivos
continuaron vaciando la empresa aun después de haber declarado el
default en 2019, detrayéndole hasta casi 1.000 millones de pesos entre
ese año y 2024, dinero destinado a fines personales, ajenos al objeto de
la agroexportadora que agoniza en concurso de acreedores. Y lo
siguieron haciendo a pesar de que el juzgado del concurso los apartó
supuestamente de la conducción del grupo de empresas. Los principales en
el banquillo de los acusados son los apuntados como jefes de la
asociación ilícita para cometer estafas múltiples y administración
fraudulenta: Daniel Buyatti, Roberto Gazze, Omar Scarel y Alberto Macua.
Para los imputados Máximo Padoan y Javier Gazze les impusieron una
caución de 15 millones de dólares; y para el resto, 10 millones, además
de mantenerse fuera de las empresas del grupo y no salir del país. La
imputación continuó este viernes tras el cuarto intermedio de la extensa
audiencia del jueves, pero volvió a caer en un intervalo ya entrada la
noche, y proseguirá hoy en el Centro de Justicia Penal. Una audiencia
demorada y complicada, que hasta tuvo la queja de uno de los abogados
defensores, Jorge Ilharrescondo, quien no quiso que trascendieran los
honorarios que cobraron de los imputados, con fondos detraídos a la
empresa. La extensa acusación fiscal se vertebra en torno a que los 4
cabecillas continuaron influyendo y realizando maniobras perjudiciales
para el patrimonio de la empresa, ya en pleno concurso de acreedores y
con veedores externos impuestos por el juez del concurso, Fabián
Lorenzini. Este detalle es lo que llevó a Moreno y Narvaja a ampliar la
acusación que ya formularan en diciembre de 2023. En ese entonces, una
docena de ejecutivos de Vicentin desfiló por primera vez en el Centro de
Justicia Penal, pero entonces todavía tenían margen de maniobra y
lograron evadir la prisión preventiva. Para ello, desembolsaron otros 10
millones de dólares que depositaron en caución. Ahora eso no corre para
Scarel, Gazze, Macua y Buyatti. Los cuatro que ahora merecieron una
imputación ampliada habían sido detenidos la semana pasada. Gazze y
Buyatti, capturados en un despliegue de 20 allanamientos en diversas
ciudades, entre Buenos Aires, Rosario, Funes y Reconquista. Macua y
Scarel se presentaron al día siguiente en Fiscalía. Los fiscales
sostienen que la estrategia previo al cese de pagos fue simular una
salud financiera inexistente para continuar atrayendo cereal para
molienda y obtener créditos bancarios. En tanto, fueron cargando el
endeudamiento del grupo sobre una única empresa del pool, Vicentin SAIC.
Actualmente, la compañía controla Oleaginosa San Lorenzo, Algodonera
Avellaneda, Terminal Puerto Rosario, Sottano SA, Sir Cotton, Playa
Puerto y una minoría en Renova. Luego del default –precisaron los
fiscales– los ex directivos siguieron retirando dinero del grupo para
fines personales, por un total de 952 millones de pesos, entre 2019 y
2024. "Se les imputa continuar manipulando las decisiones de gestión y
gobierno de Vicentin SAIC y del conjunto de personas jurídicas que
integran el grupo empresario, con el objeto de obtener beneficios
económicos ilegítimos en provecho propio y en perjuicio de las propias
entidades societarias, así como de sus acreedores legítimos —entre
ellos, proveedores, clientes y trabajadores", plantea el documento de
acusación. Narvaja puntualizó: "Entre diciembre de 2019 y fines del año
2024, a través de las maniobras de administración infiel, el
agrupamiento criminal detrajo ilegítimamente fondos pertenecientes a las
empresas del grupo por un total estimado nominal de $952.655.044".
Parte de esos dineros se usaron para pagarles a los abogados que ahora
los defienden en el proceso penal. Son Jorge Ilharrescondo, Daniel
Cuenca y Joaquín Amor. Los ejecutivos imputados deberían haberlos pagado
de su bolsillo, no de la caja de la empresa. Aunque los letrados
dirigieron sus facturas a algunas de las empresas del grupo como
Algodonera Avellaneda y Sir Cotton. Este viernes quedó expuesto una
lista de pagos que Vicentin SAIC y otras empresas del grupo hicieron en
favor de los citados Gazze, Macua, Scarel, Máximo y Cristian Padoan por
más de 952 millones de pesos, que sería la suma de los honorarios de
abogados Ilharrescondo, Cuenca, Amor y Ghío. Asimismo, se ventilaron
otros gastos que para los fiscales encubren el desvío de fondos, incluso
en pagos a periodistas con el argumento de "sostener la buena imagen de
la empresa".
Además de los cuatro jefes de la gavilla de cuello
blanco, están imputados Alberto, Máximo y Cristian Padoan, Javier Gazze,
Martín y Yanina Colombo Boschi, Sergio, Pedro y Roberto Vicentin,
Daniel Foschiatti, Fernando Bougain, Carlos Sartor, Diego Boschi,
Facundo Persoglia y Miguel Vallaza. "Cabe destacar que la totalidad de
los pagos de Vicentin SAIC se concentran en el segundo semestre de 2024,
coincidiendo con el cese del control ejercido por la veeduría designada
por el juez del concurso, circunstancia particularmente relevante en el
análisis del patrón de disposición ilegítima de fondos", agrega la
acusación fiscal.
El escrito de Moreno y Narvaja señalan que los
ejecutivos pusieron empeño en "escamotear, directa e indirectamente, el
patrimonio social de las firmas, que constituye -directa e
indirectamente- la prenda de los acreedores del concurso preventivo de
la empresa Vicentin SAIC. El resultado de estos actos de infidelidad se
tradujo en un perjuicio económico directo a los patrimonios de las
firmas mencionadas, e indirectamente, en un daño a los trabajadores y
acreedores del grupo Vicentin".