La marcha está rodeada de un gran operativo de seguridad y algunas de
las calles aledañas al Palacio Legislativo están cortadas. Quien
advirtió por posibles incidentes con los manifestantes fue la ministra
de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien sostuvo que "estamos
organizando todo para que sea tranquilo, pero el nivel de violencia de
estos grupos anarquistas y kirchneristas generan un nivel de violencia
enorme. Si van a manifestar con tranquilidad, van a tener tranquilidad.
Si ellos van directamente a pegar y romper escudos y ahora con esta
mueva modalidad del cable, las fuerzas de seguridad van a actuar porque
hay un protocolo que respetar”. Con consignas como “Discapacidad sin
derechos es desigualdad” y “Las terapias sostienen vidas: no son un
gasto, son un derecho”, los manifestantes denuncian el abandono estatal,
los recortes presupuestarios y la falta de políticas inclusivas.
El
sector de discapacidad en Argentina enfrenta una situación crítica,
agravada por años de desfinanciamiento y los recientes ajustes
económicos impulsados por el gobierno de Javier Milei. Según las
organizaciones convocantes, los recortes llevaron a la cancelación
masiva de prestaciones, el cierre de centros de día y hogares, y la
falta de actualización de aranceles para prestadores como transportistas
y acompañantes terapéuticos. “Por cada prestación que no se paga, hay
un derecho que se vulnera”, expresó este miércoles Juan Pérez Brancatto,
presidente de la Asociación de Transportistas para Personas con
Discapacidad de la Provincia de Buenos Aires, durante la protesta.
Elizabeth Karina Foschi, presidenta de la Cámara Argentina de Servicios
de Apoyo a la Inclusión Educativa (CASAIE), señaló que los profesionales
de apoyo cobran apenas 307.000 pesos por jornadas de cuatro o cinco
horas diarias, cinco días a la semana, un monto que no se actualiza
desde diciembre de 2024. Esto, sumado a una inflación acumulada del
11,6% en el primer cuatrimestre de 2025, puso al sistema de prestaciones
al borde del colapso.