Sin embargo, Karina logró vender el cierre de Bullrich como un premio. La lista para las legislativas de la Ciudad había sido un aviso. Patricia tenía que renovar tres escaños y solo logró un lugar para Juan Pablo Arenaza, el otro hombre de confianza de la ministra. Patricia dejará el Ministerio de Seguridad a desgano. Le prometieron que elegirá a su sucesor, pero como bien los saben los gobernadores, los Milei son expertos en no honrar sus compromisos. Karina la ve a Bullrich como una competidora de Milei para la presidencia y recela del armado político propio que tiene la ministra. La hermana presidencial no tuvo consideración con Bullrich, pese a que es la principal cara libertaria para las elecciones de medio término de octubre, una instancia crítica para Milei. "Patricia negoció muy mal en las elecciones legislativas de la Ciudad, donde renovaba tres legisladores y le dieron uno. No supo usar la palanca que le deba ser la principal carta del Gobierno para octubre", reconocían en el espacio de la ministra. Bullrich es la dirigente libertaria que más mide, apenas uno o dos puntos por debajo de Milei, por eso su candidatura es importantísima para el Gobierno. Su buena imagen incluso derrama en la Provincia, donde José Luis Espert no enamora a los votantes del distrito.